Tormentas fuertes con actividad eléctrica, granizo, lluvias casi tropilcales, como las del verano húmedo porteño, pero en pleno invierno. La Ciudad de Buenos Aires está desde ayer literalmente pasada por agua, con temperaturas máximas que alcanzan solo los 13 grados.
Las lluvias fuertes no sólo complicaron el tránsito e inundaron algunas calles, sino que provocó demoras en el Aeroparque Jorge Newbery esta mañana, tanto en lo que hace a la carga de combustible de los aviones, como al "control de afluencia" ejercido por los controladores aéreos, que se ven obligados a espaciar la salida y el arribo de los vuelos por las condiciones meteorológicas, informaron fuentes aeroportuarias.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) en tanto, indicó que, si bien ya cesó el alerta, las condiciones climáticas permanecerán inestables por el resto de la jornada y no se descartan tormentas intensas sobre algunos sectores de la Capital o del conurbano bonaerense.
Esta situación puede ocasionar no sólo demoras en los aterrizajes y despegues, sino también reprogramaciones o cancelaciones de algunos vuelos de las compañías que operan en Aeroparque, informó la agencia Télam.
El pronóstico del SMN indica además que las condiciones meteorológicas irán mejorando, que mañana solo probabilidad de lloviznas aisladas, aunque seguirá nublado y hasta se prevé que haya neblina y bancos de niebla.