El ministro de Trabajo Carlos Tomada intimó a la empresa Casino Puerto Madero para que no continúe con los despidos de trabajadores. Asimismo, citó para mañana a la tarde a todas las partes para intentar encontrar una solución que destrabe el conflicto.
Si bien Tomada no los atendió, los empleados despedidos del Casino se reunieron con funcionarios de la cartera para negociar una salida al conflicto por el que fueron cesanteadas alrededor de unas 90 personas.
Seis representantes de los trabajadores fueron recibidos cerca de las 17 por las autoridades. El titular del Partido Obrero, Néstor Pitrola, el jefe del bloque de diputados rebeldes del ARI Eduardo Macaluse, y los dirigentes de izquierda Luis Zamora y Gerardo Romagnoli, acompañaron a los trabajadores en el reclamo.
A la salida de la reunión Macaluse confirmó la información: "Tomada ha tomado la decisión de intimar a la empresa para que cesen los despidos y llamó a las partes a una reunión para mañana a las 17.30 en el ministerio para intentar encontrar una solución a este conflicto que ya lleva varias semanas".
Por su parte, uno de los empleados cesanteados explicó que esta noche harán una Asamblea en las inmediaciones del Casino para evaluar cuales serán los pasos a seguir y aseguró que mañana estarán presentes en la reunión.
Los empleados habían manifestado que endurecerán sus medidas de fuerza. “Seguiremos acampando en las puertas del Casino para que nadie pueda entrar”.
Batalla. Los incidentes comenzaron cerca de las 22 en la inmediaciones de la avenida Ingeniero Huergo, luego de que los empleados, que reclaman con acampe la reincorporación de compañeros despedidos, realizaron una asamblea donde cuestionaron al Gobierno y al Sindicato de Juegos de Azar (ALEARA).
Los trabajadores fueron violentamente desplazados por efectivos del Grupo Albatros, que en primera instancia abrieron un cordón para que los clientes del casino que llegaban en automóviles pudieran ingresar en el complejo, pero los empleados volvieron a bloquear la avenida con tanques de plástico y trozos de madera.
Los prefectos avanzaron nuevamente entonces hacia los empleados (tiraban piedras), a quienes reprimieron con gases lacrimógenos y bastonazos, para alejarlos del acceso al predio. Las corridas empezaron en la puerta del Casino y llegaron hasta Ingeniero Huergo y Chile. En el camino, comensales y turistas que se hallaban en restaurantes fueron testigos de los furiosos incidentes.
Esta mañana, los once detenidos de la protesta fueron liberados.