SOCIEDAD
un estudio alerta sobre su consumo excesivo

Tomar medio litro de agua saborizada equivale a comer cinco sobres de azúcar

DOSIS. Una botella de 500 ml suma 125 calorías y 36 g de azúcar.
| Marcelo Aballay

Cada vez con más opciones y marcas para elegir, las aguas saborizadas son una de las bebidas más elegidas por los consumidores. Sin embargo, según advierten los especialistas, consumirlas en exceso es perjudicial: la cantidad de azúcar en las fórmulas supera la recomendación diaria, y, a largo plazo puede llevar aparejado sobrepeso, aumento de colesterol y complicaciones del hígado.
Según advierte un estudio realizado del Centro Médico Fundación DAAT, una botella individual de 500 ml de un agua saborizada de las más populares equivale en realidad a consumir 5,3 sobres de azúcar de 6 gramos, que aportan 125 calorías. En tanto, una botella de un litro y medio que se toma en la mesa familiar implica un consumo equivalente a 16 sobres de azúcar, es decir, 96 gramos. Según los estándares de la Organización Mundial de la Salud, no se recomienda consumir más de 40 gramos por día.
“Como no tienen gas, los jóvenes las aceptan y se vuelcan hacia este tipo de bebidas, que cada vez crecen más en el mercado. Es una tendencia que se observa: la gente piensa que son más saludables, pero en realidad lo son sólo en la medida que se haga ejercicio diario. Si no, esa azúcar se incorpora al cuerpo, se metaboliza mal y se acumula en forma de grasa”, explica Viviana Baranchuk, directora del centro médico Fundación DAAT. A su vez, aconseja consumirlas en sus versiones dietéticas.
Si bien cada vez existe más conciencia para cuidarse en la alimentación, para los nutricionistas aún es insuficiente. “Las personas hoy saben perfectamente que deben tomar más de dos litros de agua por día, o lo más parecido al agua, como las infusiones y jugos de fruta naturales. Pero las aguas saborizadas se prestan a confusión, porque su composición da a pensar que son más saludables”, sostiene Ximena Barcia, nutricionista y miembro del Colegio de Nutricionistas de Buenos Aires. Agua, soda y jugos naturales son los reemplazos más adecuados, o preparar aguas saborizadas caseras con rodajas de cítricos y jengibre o menta, dice.

Para chicos. El consumo diario de jugos con azúcar lleva al aumento de peso en los más chicos. Según explica a PERFIL Alberto Cormillot, las costumbres de los primeros años son las más importantes. “Los menores no deberían conocer el gusto dulce hasta que van al colegio. Hay dos años en los que se van consolidando las preferencias y los genes interactúan con lo que se come: por eso, se despiertan o no las partes más ‘engordantes’. El chico aprende el gusto por lo dulce y lo salado porque hay alguien que se lo da”, explica el médico.

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