Francisco De Narváez, el actor inglés Damian Lewis, el príncipe Harry Windsor, Karina el Azem (la esposa de Petinatto)...todos tienen algo en común: son famosos por distintas actividades pero además, pelirrojos.
Sobre ellos hay muchos mitos en la cultura popular, quizás basados en tradiciones como la romana que los creía portadores de la mala suerte o como las medievales que los relacionaban con el demonio o la inquisición que mandaba a la hoguera a las mujeres de roja cabellera argumentando que eran satánicas. Muy por el contrario, en otras culturas se les consideraba portadores del bien.
Afortunadamente hoy todos esos mitos q uedaron atrás. Pero la ciencia acaba de descubrir que los pelirrojos tienden a responder menos a los inhibidores locales del dolor y podrían necesitar dosis mayores de anestesia para lograr el mismo alivio que la gente con cabello de otro color.
Un estudio de la Asociación Dental de Estados Unidos dicen que los pelirrojos son reacios a ir al dentista. "Entre ellos existe más del doble de posibilidades de que eviten las consultas dentales", dijeron los investigadores de la Clínica Cleveland, en Cleveland, Ohio, y de la Escuela de Odontología de la Universidad de Louisville, Kentucky, según publicó Reuters. La variación genética que provoca el color de su cabello sería la clave de la sensibilidad.
Más allá de tradición o ciencia, vea por qué muchos fueron noticia este año.