El 23 de enero de 2005 comenzó a regir el Código Contravencional que autoriza la prostitución en espacios públicos a más de 200 metros de viviendas, escuelas y templos religiosos. Desde ese momento, los bosques de Palermo se convirtieron el lugar ideal para el sexo fácil y pago, sobre todo por las travestis, que tienen su jornada laboral dividida en turnos. La primera tanda pisa el césped a las 19. Las últimas lo hacen a las 4 de la madrugada.
Si bien estas prácticas están dentro del Código, el director del Parque Tres de Febrero, Javier García Elorrio, quiere que las travestis comiencen a trabajar a las 22. "La hora de protección al menor", indica.
El funcionario expresó que "hay familias que usan el parque hasta el atardecer y que no tienen por qué ver escenas de desnudez o sexo”. Por eso, pide “que vengan más tarde y que, si llegan antes, no estén desnudas”, informó el diario Clarín.
Un dato a tener en cuenta es que García Elorrio reconoce que “casi” no recibió quejas de los usuarios del Parque. Sin embargo, el funcionario adelantó que también se está trabajando en una campaña de concientización “para que los clientes no vengan temprano".
García Elorrio firmó ya una carta de intención junto a la titular de la Asociación de Travestis, Transexuales y Trasgéneros de Argentina (ATTA), Claudia Pía Baudracco, con el fin de iniciar una ronda de diálogo.