SOCIEDAD

Trimarco contra un abogado: "Si sabe que mi hija está muerta, dígame dónde"

La madre de Marita Verón completó su declaración en el juicio oral. A quiénes acusó.

Trimarco festejó el fallo, pero advirtió que sigue buscando a su hija.
| Cedoc

Tras interrupciones por pedidos de los acusados, Susana Trimarco, madre de la joven desaparecida "Marita" Verón, concluyó su declaración como testigo en el juicio oral por el secuestro de su hija, quien habría sido sometida a prostitución, con un fuerte reclamo sobre el paradero de la joven.

El testimonio de la creadora de la Fundación María de los Ángeles, desde donde lucha contra el proxenetismo, insumió casi tres jornadas del proceso, y en las últimas dos se abocó a responder las preguntas de los abogados defensores de los 13 acusados por el hecho, ocurrido en abril de 2002, informó la agencia DyN.

Uno de los momentos de mayor tensión en la audiencia fue cuando el letrado Gustavo Posse señaló que las excavaciones realizadas en La Rioja en busca del cuerpo de Verón hacían presumir su muerte y Trimarco lo increpó al señalar: "Es muy violento que diga que mi hija está muerta, si usted lo sabe, dígame dónde está".

También hubo planteos indirectos acerca de que Verón le habría mentido a la madre sobre el destino de sus salidas de la casa que compartían, a lo cual la testigo recordó que la desaparecida "tenía 23 años".

La causa avanzará, a pedido de las partes, en determinar si realmente Verón tuvo un hijo en cautiverio, al parecer engendrado con el imputado José "Chenga" Gómez, ante lo que Trimarco expresó: "Sería mi nieto y lo quiero conmigo, que la Justicia investigue si existe".

A la salida del juicio, Trimarco fue dura con sus interrogadores y les advirtió: "No pudieron conmigo ni podrán, hicieron de todo para confundirme, quisieron ponerme mal". Además, reivindicó su intervención y compromiso en la investigación judicial, al señalar que siempre actuó de buena fe y que descartaba lo que no era un indicio verdadero.

Durante la audiencia, se confirmó que Trimarco se reunió varias veces con María del Jesús Rivero, acusada del secuestro, para pedirle ayuda en la búsqueda y que hizo lo mismo con Rubén Ale, el ex presidente del club San Martín de Tucumán y dueño de una remisería, cuyo nombre volvió a ser insistentemente mencionado.