Un niño de nueve años murió ayer al ser aplastado por un arco de fútbol que cayó sobre su cabeza cuando jugaba en una cancha auxiliar del Club Deportivo Winifreda, a 50 kilómetros al norte de la capital de La Pampa.
El fatal accidente se produjo poco antes que comenzara el encuentro en el que debían competir el equipo local con Atlético Macachín por el Torneo de la Liga Cultural de La Pampa, cuando un grupo de niños jugaba en la cancha auxiliar lindante con la de primera división.
Según los voceros policiales, el niño se trepó del travesaño del arco y comenzó un balanceo, hasta que la estructura de hierro no soportó el movimiento y se desplomó.
Las fuentes dijeron que personas que asistieron al niño manifestaron que el travesaño lo golpeó con fuerza a la altura del cuello en dos oportunidades como consecuencia del efecto de rebote del hierro, que lo aprisionó contra el suelo.
El niño fallecido fue identificado por la policía como Matías Alaniz y es hermano de un jugador de la primera división del Deportivo Winifreda, Marcelo Alaniz. Además, fuentes locales dijeron que el niño realizaba prácticas de fútbol en la liga infantil del mismo club.
Apenas sucedió el accidente, el menor de edad fue rescatado y atendido por una médica que se encontraba en el estadio, pero su deceso fue instantáneo pese a los intentos por reanimarlo. Los restos del niño, que cursaba el cuarto grado en la escuela 104 de Winifreda, fueron sepultados hoy en el cementerio municipal.
Fuente: DyN.