Tal como sucede en otras ciudades del mundo, en una urbe de las dimensiones de Buenos Aires, la estructura vial se mantiene más o menos parecida y el parque automotor se multiplicó en los últimos años. Hay barrios, como Belgrano, que ya están absolutamente colapsados, y el estacionamiento es uno de los problemas de más difícil solución.
El estacionamiento privado ha pasado a ser un gran negocio, y en los barrios donde habitualmente era más fácil estacionar en la calle, ya no se consigue lugar y la hora ya pasó a costar lo mismo o más que en las zonas más céntricas de la Ciudad.
La iniciativa de impulsar el estacionamiento tarifado en grandes urbes de distintos países ha servido, además de para recaudar dinero, financiar obras que generen otro tipo de estacionamiento, como playas subterráneas debajo de puntos neurálgicos, como las plazas principales de cada ciudad. Además, buscan de-salentar la sobrepoblación de vehículos en determinadas zonas y trasladarlos a otras más desagotadas.
Pero, principalmente, lo que se busca en esas grandes ciudades al cobrarle al vecino para que estacione en la vía pública es incentivar la movilidad sustentable a través del uso del transporte público. Con grandes centros de distribución de transportes de pasajeros y conectividad, puede lograrse ese objetivo.
* Presidente del Observatorio Vial Latinoamericano (Ovilam).