Ochenta y seis graduados de universidades argentinas, mayoritariamente públicas, con carreras que van desde la medicina y la filosofía hasta las ciencias exactas, estudian sus doctorados o maestrías en alguna universidad de París y viven en la residencia que el Ministerio de Educación tiene en la Cité Universitaire: la Casa Argentina, inaugurada en 1928.
“El 95% de los residentes son egresados de universidades públicas argentinas y fueron aceptados en una de las prestigiosas universidades de París”, dice a PERFIL Alejandra Birgin, directora de la Casa.
La funcionaria, que fue subsecretaria de Daniel Filmus en el Ministerio de Educación, es una investigadora y docente de Flacso que hace ya casi cuatro años conduce la residencia. Cuenta, con orgullo, que los jóvenes que viven allí “tienen una formación muy sólida que les permite desempeñarse con fluidez en las mejores instituciones francesas. A veces, cuando hablamos de los problemas de calidad educativa, se nos hace invisible esto, que es parte de las mejores tradiciones de la educación pública argentina y de nuestro presente: muchos de nuestros egresados pueden destacarse en las mejores universidades del mundo”.
La nota completa, en la edición impresa del diario PERFIL.