La calle Ravignani está plagada de edificios con cámaras de seguridad. Algunas graban, otras sólo reproducen. Varias apuntan a la calle, otras al hall. Lo cierto es que fueron claves en la investigación. Fue una cámara de seguridad la que confirmó que Angeles Rawson había llegado a su casa la mañana del 10 de junio, antes de ser atacada. La lente también registró al presunto asesino regresar a su departamento del mismo edificio, junto a su mujer, Diana Saettone, su esposa. La imagen de Mangeri quedó registrada a las 0:59 del martes 11 de junio, el día que fue hallado el cuerpo de Angeles en la Ceamse de José León Suárez. Lo llamativo es que el encargado de Ravignani 2360 llevaba bermudas y un bolso en la mano.
Las imágenes corroboran la versión que dio el único imputado por el crimen a la fiscal Paula Asaro. Al menos, una parte. El portero había dicho que el lunes 10 a la noche “se fue para Pacheco adonde viven sus suegros y volvieron a la madrugada”.
Según dijo el imputado, se dirigió solo hasta esa localidad bonaerense para ir a buscar a su mujer, quien se encontraba en la casa de los padres. Pero el video también demuestra que Mangeri estuvo solo en su casa hasta ese momento. Saettone había dado una versión diferente.
Voceros judiciales indicaron a la agencia Télam que su valor probatorio es que demuestra finalmente, y luego de las contradictorias versiones que el matrimonio Mangeri dio en la causa y por los medios, que el día del crimen el portero estuvo solo en su casa al menos hasta las 0.59 del martes, cuando regresó junto a Saettone, luego de haberla ido a buscar a la casa de sus suegros en General Pacheco.
La pista sexual. Por otro lado, los peritos que trabajan en la querella del padre de Angeles Rawson detectaron que el imputado tenía una lesión en la zona de la ingle compatible con un posible arañazo, lo que podría reavivar la hipótesis de un móvil sexual.
Se trata de la lesión número 33 del informe de la Junta Médica a la que Mangeri fue sometido el 18 de junio para corroborar el tipo y la data de lesiones que presentaba su cuerpo.
Por su parte, el abogado querellante, Pablo Lanusse, presentó un escrito en el juzgado de instrucción 17 de Javier Ríos, en el que solicita que los peritos oficiales respondan si esa lesión es compatible con un arañazo -como creen sus peritos-, y si para recibirla es una condición necesaria que Mangeri haya estado al menos con los pantalones bajos.
Los peritos del Cuerpo Médico Forense describen esa lesión de la siguiente manera: “Excoriación lineal de 11 milímetros en trocánter izquierdo compatible con presión y roce con superficie dura de aristas filosas”.
Las fuentes explicaron que se denomina “trocánter” al extremo superior del fémur, por lo que también los médicos describen con ese término a esa región superior de la pierna ubicada unos 12 centímetros por debajo de la línea de la cintura y cercana a la ingle y los genitales.