Según consta en el expediente, los padres de la joven de 17 años se negaban a que su hija tuviera el bebé, por lo que en varias oportunidades insistieron en que debía someterse a un aborto. No obstante, la adolescente rechazaba la intervención y pretendía continuar con el embarazo.
"Tomalas, hacelo por tu papá y por tu familia", le dijo la madre, por lo que "ante tanta insistencia y tanta presión (la adolescente) se vio obligada a tomar las tres pastillas". Según consta en la causa, "luego fue trasladada a la habitación de sus padres, donde junto a otra mujer que la asistió le habrían colocado otras tres píldoras en su vagina".
El hecho se conoció luego de que la adolescente fue asistida en el Hospital Rivadavia, una semana después de haber sido obligada al procedimiento. A raíz de aquel episodio la Cámara del Crimen, a cargo de los jueces Marcelo Lucini, Rodolfo Pociello Argerich y Mariano González Palazzo, procesó a Sandoval Morales, sin prisión preventiva, por un delito que contempla penas de entre tres y diez años de cárcel.