A determinada altura de sus vidas, los universitarios suelen preguntarse cuál es el grado de contacto entre la práctica laboral y su formación académica, y cuánto difiere ese resultado de lo que imaginaban cuando estaban estudiando. Según una encuesta realizada por Desarrollarme.com en el primer semestre del año, un 31% de los profesionales argentinos considera que su decisión de carrera fue equivocada.
La investigación recogió la experiencia de egresados universitarios que ocupan desde mandos medios hasta puestos directivos en empresas locales y multinacionales del país. El 82% de los encuestados confirmó la dificultad de elegir un rumbo académico y laboral a los 17 o 18 años y la insuficiencia de la educación media para alentar la investigación de ramas de interés, desde edades tempranas.
La encuesta consistió en preguntas cerradas y abiertas y se utilizó la red social Linkedin, una red social orientada a los negocios que agrupa principalmente a profesionales. El estudio utilizó exclusivamente grupos de miembros argentinos y participaron 136 profesionales.
Por ello, resaltaron la necesidad de dedicar un tiempo prudencial a la recolección de información, el autoconocimiento, el contacto con egresados y la búsqueda de experiencia laboral, para optimizar la elección de la carrera profesional. No obstante, un 41% de ellos declaró no haber realizado ninguno de esos pasos.
El contexto resulta preocupante al proyectarlo a los 1,6 millones de personas que actualmente están cursando una formación de pregrado o grado, y a los 1,4 millones de jóvenes que el próximo año estarán en condiciones de elegir una carrera, según los datos de la Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa (DINIECE) del Ministerio de Educación de la Nación.
Debe considerarse, además, que, de esa suma, sólo 362 mil concretan su inscripción en una universidad o instituto de educación superior, 87 mil egresan y 24 mil se encuentran descontentos con la decisión académica tomada, según el mismo informe de Desarrollarme.com.
Sin embargo, para la mayoría de los encuestados, la falta de conformidad con el presente profesional se vio asociada con la necesidad de “reciclarse”, para adaptarse a los imprevistos del mercado o a las prácticas de interés personal. A pesar de los altibajos, la base científica que adquieren los alumnos en su carrera de grado y/o pregrado continúa siendo una instancia clave en el desarrollo académico y laboral, aunque la decisión final nunca está cerrada.
