Vecinos, familares, amigos y compañeros de trabajo del camionero asesinado ayer en Valentín Alsina se concentraron esta tarde en esa ciudad para reclamar justicia tras el crimen de Daniel Capristo y exigieron "seguridad" y "pena de muerte".
Los participantes de la marcha reclamaron respuestas de los funcionarios y convocaron a una concentración mañana, desde la sede de la empresa Andreani en Avellaneda -donde trabajaba Capristo- hasta el Obelisco porteño, para pedir seguridad.
Es que el caso de Capristo sacudió a la comunidad de Valentín Alsina (Lanús) y superó las propias expectativas de la familia, que se vio desbordada por los reclamos que los vecinos también tenían para hacer en materia de seguridad.
El hombre fue asesinado anoche por un menor que intentó robarle el auto y que, tras descargar el arma, quiso escapar. El adolescente, de 14 años, no pudo hacerlo porque los vecinos lo rodearon y, más tarde, atacaron a la policía y a un fiscal por la falta de seguridad.
El menor, que por su edad es inimputable, quedó bajo custodia judicial en un instituto en La Plata, según trascendió. El caso volvió a desatar un vendaval de opiniones sobre la baja de la edad para imputar menores y pedidos de pena de muerte y sanciones ejemplares.
En el velatorio de la víctima los familiares propusieron una marcha en el centro de Valentín Alsina y la gente se acercó masivamente: los comerciantes de Lanús cerraron las puertas de sus negocios mientras los vecinos salían de sus casas. Con el correr de los minutos el centro de Valentín Alsina comenzó a desbordar de gente que exigía seguridad.
Facundo Capristo, de 24 años, el hijo mayor del camionero asesinado, fue la figura central de la movilización, que comenzó con un largo aplauso en honor a la víctima y con bocinazos de los vehículos de los compañeros de trabajo del hombre asesinado. Varios de los camioneros compañeros de trabajo de Capristo hacían sonar las bocinas de sus vehículos en señal de duelo.
"Somos todos 'Danieles' en la calle, hay que decir basta", gritó Facundo frente a los vecinos y amigos que se agolparon para marchar desde la esquina de Florida y Jean Jaures hasta llegar a la plaza de Valentín Alsina, a cuatro cuadras de la vivienda de la víctima.
El joven exigió que se baje la edad de la imputabilidad de los menores, para que el chico de 14 años que disparó contra su padre pague por el crimen que cometió. "Que bajen la edad para que no los larguen al otro día. Si tienen huevos para destrozar una familia, que tengan huevos para ir presos; que asuman las consecuencias", exigió con la voz entrecortada por el dolor.
Facundo exigió que "aparezca (el gobernador Daniel) Scioli y (la presidenta) Cristina (Fernández), alguien que le explique a mi hermano de cinco años que papá no va a venir más a comer". "Mucha gente me llamó, pero la gente que espero que me llame no me llamó. Que den la cara", añadió en alusión a los funcionarios.
Una vez más, el joven insistió en la frase que generó más aplausos entre los que lo escuchaban: "Si (un menor) tiene huevos para matar, que tenga huevos para pagar. Yo tengo las pelotas bien puestas y lo hago, me sacaron a mi viejo, mi hermano de cinco años no lo pudo disfrutar a mi papá. Nosotros nos rompemos el culo y pagamos los impuestos. Mi viejo era un tipo honesto, un laburante que nunca cagó a nadie y mirá como le pagaron".
Cuando pareció que el acto estaba por terminar, la gente comenzó a aplaudir con fuerza al grito de "pena de muerte" mientras las cámaras de televisión seguían cubriendo la noticia. La muchedumbre se trasladó a otra plaza cercana. Y así, con el hijo de la víctima levantando un cartel amarillo que decía "Seguridad", los compañeros del camionero prometieron reunirse nuevamente mañana a las 17, para ir desde Avellaneda hasta el Obelisco.
Los vecinos también llamaron a concentrarse nuevamente el lunes a las 19 en el centro de Valentín Alsina. Las quejas y reclamos por la seguridad siguieron diciendo "que se vayan todos" y "dónde están" los funcionarios, mientras que ya sobre en el anochecer los participantes se enfilaron detrás de una bandera argentina aplaudiendo al compás de la palabra "Justicia".