María Gabriela Oliveto fue secuestrada el pasado lunes 31 de octubre en su casa de la localidad cordobesa de Leones. Tras exigir un millón de pesos de rescate, los captores la liberaron sana y salva en camisón y con sus manos atadas con precintos en Rosario. Tras el traumático episodio, la mujer en lugar de expresar enojo, rabia o dolor por lo que vivió, habló bien de los dos delincuentes.
"Todos somos personas valiosas, quién sabe qué mecanismos tiene la mente para que actuemos de tal u otra manera, las personas que me llevaron... no era malas personas", planteó la mujer de 50 años en su cuenta de la red social Facebook.
Oliveto explicó que mantuvo conversaciones con los secuestradores sobre varias cuestiones: "Pude hablar con ellos de sentimientos, de pintura, de historia, de valores, de lo que significa tener una vida por delante hermosa, para no perdérsela por nada, de todo lo que aún tenían para disfrutar... de la libertad y los seres queridos... del peso que tienen en nuestras vidas los abrazos".
"Estoy segura que así lo vieron. Me pidieron disculpas. Está todo dicho", concluyó.
Oliveto fue capturada cerca de las cuatro de la madrugada de su casa de Leones el lunes de la semana pasado por dos delincuentes que ingresaron a su vivienda tras romper una puerta, mientras dormía junto a su pareja, un reconocido empresario de esa localidad cordobesa, y dos de sus hijos. Un día más tarde fue liberada alrededor de las 2 de la madrugada en proximidades del kilómetro 54 del ramal Pilar de la ruta Panamericana.
