Los históricos referentes de la villa 20, incluso los kirchneristas, no paraban de insultar al aire. Nadie les había avisado que la Presidenta de todos y todas los visitaría para cerrar la campaña con Mariano Recalde. A Diosnel Pérez, histórico líder de la zona y protagonista de la toma del Indoamericano, ni lo saludaron. Tampoco al afín Víctor Núñez. En diciembre del 2010, a escasos metros de allí, 13300 personas tomaron, durante una semana, un parque abandonado conocido como Indoamericano. Al menos tres personas serían asesinadas. Nunca se supo quiénes los mataron. Otra toma, cuatro años después, repetiría la misma historia. Pero la década ganada está plagada de engaños. Los habitantes de la 20 recuerdan aquel frío junio del 2006 en que Hebe de Bonafini concurrió por primera vez al barrio y dijo: “Dentro de un año los niños tendrán un jardín lleno de flores y todas las familias vivirán en su propia vivienda”. Esta vez, fue la Presidenta en la que visitó el barrio, casualmente, en plena campaña electoral. Por primera vez conocieron los rostros de la legisladora camporista Paula Penacca o el de Mariano Recalde.
Sueños Compartidos, el programa de construcción de viviendas de las Madres de Bonafini, amagó con desembarcar en la villa 20. Aquí un extracto del capítulo Cementerio de Autos de El negocio de los derechos humanos publicado en el 2012:
“El cementerio de autos lindante a la Villa 20, pertenece a la Policía Federal, se mantiene intacto desde hace quince años y llegó a albergar a 30 mil vehículos abandonados. Elizabeth Núñez, actualmente desocupada, y 49 compañeros trabajaron durante medio año en esos terrenos para limpiar el predio con el fin de construir viviendas. Pero eso nunca sucedió. Núñez, como sus compañeros, ingresó a trabajar debido a la gestión de Marcelo Chancalay. En el 2007, Chancalay había arreglado la seguridad del obrador de Los Piletones con Sergio Schoklender. El puntero estaba al frente de una mutual, Futuro para Todos, lideraba dos cooperativas que aglutinaban a cien personas y había trabajado para la UGIS. Era el creador del polémico Villa Tour, un paseo por la zona para turistas que querían “dar una vuelta por los barrios”.
El problema más grave de los vecinos era la contaminación ambiental originada por el depósito de material rodante de la policía. En tiempos de Aníbal Ibarra, se aprobó un convenio mediante el cual la Policía reintegraría esos terrenos a la ciudad. En la villa 20 viven 40 mil personas y en seis años no se construyó ni una sola vivienda, a pesar de la adjudicación directa que recibió la Fundación para construir 1.300 viviendas como informó el propio Schoklender a la Legislatura en el 2008. Diosnel Pérez denunció los manejos patoteriles de los matones de Chancalay –una especie de guardia pretoriana-. El 15 de agosto del 2010 le arrojaron un ladrillazo en el local de su institución en la villa. El 4 de septiembre, su hijo de 14 años fue herido de bala en una confusa situación. Para el ex boxeador Chancalay, todo era un invento. La única inversión que realizó la Fundación fue la contratación de matones para custodiar el cementerio de autos. Por la noche, durante mucho tiempo, entraban camiones al cementerio y se llevaban los repuestos de autos abandonados. El 24 de marzo del 2007, fecha emblemática para todos los argentinos, a Pérez se le acercaron nueve tipos, lo amenazaron con armas de fuego, le informaron que eran gente de las Madres y le dijeron “paraguayo de mierda, te estamos perdonando muchas veces, seguí haciéndote el boludo y hablando giladas, que la próxima sos boleta”. Luego del incidente, se encontró con Schoklender en el bar de la Fundación. Pérez le dijo que la situación se estaba descontrolando. Sergio le respondió que tenía poco tiempo pero que eran la seguridad de las Madres. Pero se podría haber escapado una bala, insistió Pérez. Schoklender no se inmutó: “Hacen lo que tienen que hacer”.
“En marzo de 2011, Luciano Nardulli, dirigente de la CCC, denunció a “los Pepones” como fuerza de choque de Schoklender y a los hermanos Ozuna. Miguel Ozuna es un ex policía bonaerense con causas penales graves en su haber, entre ellas violación. Está vinculado con la venta de drogas en el barrio. Ozuna fue candidato a presidente en el 2007 del barrio apoyado por la Fundación de las Madres. Pero perdió ante Marcial Ríos de Luis D’Elia”. Ozuna sigue siendo un hombre fuerte en los pasillos de Los Piletones y la 20. Cristina no pasó a saludar a Pérez ni jamás se solidarizaron con él. Tampoco construyeron una vivienda. Del convenio no se habló más. El tiempo está parado en la villa 20. Sólo se activa cuando el almanaque señala la proximidad de una próxima elección.
(*) Especial para Perfil.com | Twitter: @luisgasulla