Diferentes barrios y el centro de la ciudad de Buenos Aires lucieron ayer cubiertos de basura por una medida de fuerza que realizó el gremio de los camioneros y que se resolvió anoche tras una negociación con el gobierno porteño.
Los recolectores de residuos decidieron en las últimas horas del domingo protestar por el incumplimiento del pago de un aumento salarial acordado en mayo pasado y trabajar "a reglamento", una postura que provocó que gran parte de la ciudad estuviera colmada de residuos.
Tras una jornada de negociaciones, el sindicato de camioneros resolvió anoche levantar la medida de fuerza al obtener un incremento de haberes del 17%, la continuidad laboral de 304 trabajadores y la efectivización de otros 250 a partir de noviembre.
Pablo Moyano, secretario general del gremio, aseguró que la recolección de residuos quedó normalizada durante la noche, aunque el panorama de las bolas amontonadas era el mismo esta medianoche. Luego de encabezar una asamblea, Moyano anunció a los trabajadores el acuerdo firmado con funcionarios del gobierno porteño en una negociación de la que participó, según dijo, su padre Hugo Moyano, el líder de la CGT.
"Están asegurados los puestos de trabajo, se confirma el pago del aumento salarial, acordado en las paritarias de mayo, de 17% y la efectivización de 250 compañeros que hasta ahora eran virtuales", explicó el secretario gremial. Moyano consideró que "la lucha no fue en vano", porque los recolectores de residuos consiguieron el reconocimiento de sus pedidos laborales.
Eufórico por la resolución, el gremialista anunció que su sector "hará tronar el escarmiento cuando algún intendente decida, en cualquier lugar del país, avanzar con medidas de suspensiones, despidos o incumplimiento salariales". Durante la jornada, el gremio había advertido que profundizaría las medidas de fuerza en caso de que el gobierno porteño no cumpliera con los reclamos.
En tal sentido, amenazó con realizar una marcha a la jefatura del gobierno de la Ciudad y movilizar a 20 mil trabajadores. La medida de fuerza generó la acumulación de residuos en las veredas de los barrios y el centro porteño, pese al operativo de emergencia dispuesto por el gobierno para recoger la basura en las principales avenidas.
Frente al reclamo, el ministro de Espacio Público porteño, Juan Pablo Piccardo, advirtió ante la prensa que la administración de Mauricio Macri no tenía dinero "para pagar más". Pablo Moyano calificó a Piccardo de "personaje" por decir "cualquier disparate" sobre la actividad de los recolectores. "Ojalá se subiera un día al camión para saber lo que se siente", agregó el gremialista.
Marcelo Aparicio, el dirigente del área de recolección de residuos del sindicato de camioneros, dijo a DyN que "el trabajo a reglamento" significaba realizar la tarea en forma "tranquila, sin correr. No nos matamos, vamos caminando", especificó.
Aparicio expresó que "las concesiones de las empresas a cargo de la basura terminaron en febrero y desde esa fecha Macri prorroga mes a mes la fecha de las licitaciones", una situación que a su criterio pone en riesgo la continuidad laboral.
Fuente: DYN
Fuente: DYN