Ya no es necesario cruzar el Riachuelo para conocer el clásico “centro comercial popular” La Salada, de Lomas de Zamora, porque la Ciudad ya tiene unas 22 ferias similares. Dentro de galpones o incluso cines desocupados, las “Saladitas” se multiplican y ofrecen desde imitaciones de marcas conocidas de ropa, hasta accesorios para celulares, pasando por películas copiadas y camperas de cuero.
El dato proviene de un relevamiento de la Federación de Comercio de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba) que revela también que estos establecimientos tienen un total de 1.792 stands.
PERFIL ya había adelantado que hasta septiembre había 1.815 puestos de manteros a lo largo de la Ciudad, lo que representó, según la Cámara Argentina de Comercio, una leve disminución del 5,3%, con respecto a 2009. Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), este leve declive se debe en gran parte a la proliferación de Saladitas. “Si no hay un incremento en la venta callejera es porque crecieron este tipo de ferias”, se quejó Vicente Lourenzo, secretario de la entidad.
Esta es la primera vez que se relevan este tipo de ferias. Según estimaciones de la CAME, se trata de un fenómeno reciente: a principios de este año se calculaba que apenas superaban la media docena. Estas ferias se concentran fundamentalmente en Floresta, Once y Microcentro, donde ya se instalaron cinco establecimientos con 585 stands.
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