“Yo también me dormí”. “Las guardias de 24 horas deben quedar en el pasado”. “Me parece que lo de México es una buena excusa para que todos sepan qué pasa en Argentina también”. “Vergüenza en las condiciones que trabajamos médicos residentes de todo el mundo”. Con esas frases los médicos argentinos se sumaron a la campaña que se inició en Twitter luego de que en México una persona se burlara de una médica residente que se quedó dormida durante su guardia, mientras completaba planillas. Una vez difundida la imagen, más de 19 mil médicos de todo el mundo –especialmente, de América latina– compartieron las propias con el hashtag #yotambienmedormi, aprovechando para dar cuenta de las condiciones en las que trabajan.
“Lo más difícil para el residente es la guardia, porque al otro día hay que seguir trabajando”, dice Agustín (26), residente de tercer año, y sintetiza así la premisa por la cual miles de médicos en todo el mundo se movilizaron con sus fotos. Las guardias de 24 horas (ocho por mes) son una de las condiciones obligatorias de las residencias, esa instancia laboral y educativa que va de tres a cinco años, en la que los médicos una vez recibidos realizan la especialización. Para ingresar, todos deben rendir un examen y el ingreso a los hospitales dependerá de la nota obtenida.
Así, por ejemplo, un residente que le toca hacer guardia desde el lunes a las 7 de la mañana hasta el siguiente a la misma hora, entra a trabajar otra vez a las 8 de la mañana y sigue sin descanso hasta las 5 de la tarde, si el horario de entrada y salida se cumple, y la cantidad de guardias obligatorias también.
“Un residente de primero te va a decir que es el peor año de su vida, el de segundo que la pasa mal porque se hace cargo de sus líos y de los del de primero; ya los de tercero y cuarto la pasan mejor”, dice Matías (30), que acaba de terminar su residencia de cirugía. En su caso, la foto de la residencia mexicana le molestó porque la actitud de los familiares suele ser todo lo contrario a la burla: “Imaginate que estuviste toda la noche de guardia, te quedás dormido haciendo cualquier cosa, pero nunca ningún familiar me hizo un planteo, al revés, me han traído café cuando ven que no das más”, recuerda.
Mercedes (29) está en tercer año de la especialidad de ginecología y obstetricia. Para ella, las guardias obligatorias –de las que nadie reniega– deberían ser de 12 horas, y las condiciones de trabajo mejorar, ya que esto lo único que trae de consecuencia es que cada vez sean menos los médicos que eligen hacer la especialización. “En mi hospital se cumple la cantidad de guardias obligatorias, pero en otros no, y pueden hacer hasta 12 o 13 guardias por mes, lo que implica que la mitad del mes estás de guardia”, sostiene. Además, dice que “en los hospitales públicos pasa que los médicos nombrados están toda la mañana y se trabaja sin problemas, pero a la tarde tienen sus consultorios privados y los residentes quedan solos”. Se habla, también, del verticalismo en ciertas especializaciones, donde todo recae en el residente menor, y llegan a haber maltratos y castigos (como dejar a todos los residentes de guardia por el error que haya cometido alguno).
Soluciones. En ese sentido, para muchos, las guardias deberían ser de 12 horas, o si son de 24 deberían tener un franco para el día posterior, beneficio con el que cuentan algunos hospitales privados. “El día post guardia se menciona mucho, así una vez que das el pase de la mañana y contás todo lo que pasó a la noche al médico que ingresa, te vas a tu casa”, explica Agustín.
Para Matías, además, la residencia debería “dejar de ser una beca remunerada, porque si no durante cuatro o cinco años te la pasás trabajando con mucha inestabilidad. Tampoco tenés mucha posibilidad de reclamo porque a la primera te dicen chau y atrás tuyo hay muchos que van a querer ocupar tu lugar”.