El escándalo que generó la difusión de documentos diplomáticos de la embajada de los EE.UU. filtrados por WikiLeaks, a fines de 2010, dejó grandes consecuencias. Entre ellas, el creciente protagonismo que tomaron grupos de ciberactivismo como Anonymous y Lulz Security (o LulzSec), que en las últimas semanas se hicieron notar con fuerza atacando los sitios web de empresas y gobiernos que, según ellos, coartan la libertad y el progreso de los ciudadanos: desde Nintendo y Sony, hasta la CIA y los gobiernos de Brasil y España, entre otros.
Ahora, ambas organizaciones lanzaron juntas la operación Anti-Security y prometen usar WikiLeaks como soporte para enfrentar a la industria de la ciberseguridad.
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