Pivoteando entre su contribución a la sostenibilidad del medio ambiente, el ahorro económico que ofrece respecto de las fuentes energéticas convencionales -luego de amortizada la inversión inicial- y la posibilidad de independizarse de la eventual llegada de las redes públicas en zonas remotas, la energía solar es una opción a considerar al momento de definir cómo suministrar electricidad a establecimientos rurales.