Se come más en Argentina que en su país natal. Es un infaltable en cada mesa en Navidad y Año nuevo. Pocos conocen su origen pero su sabor es inconfundible: ¿Cómo es que el Vitel Toné forma parte del repertorio clásico de cada festividad? A continuación, además de repasar su historia, los tips fundamentales para cocinarlo y quedar bien.
Creado en el año 700 en la región de Piamonte (ubicada al noroeste de Italia, cuya capital es Turín), se lo conoce desde su origen como “vitel tonnà” en piamontés o “vitello tonnato” en italiano, que significa carne de ternera con atún. En aquella época no llevaba atún ni tampoco mayonesa. Dos curiosidades: según la tradición europea no es un plato festivo y es de verano (en Europa es invierno en Navidad). Su sofisticación media permite que sea un plato accesible y fácilmente realizable. A raíz del “Ferragosto”, una fiesta laica que provoca un éxodo masivo de italianos rumbo a la playas y montañas, que se empezó a hacer con la salsa fría con mayonesa, tal cual se conoce al día de hoy.
Ingredientes
1 Peceto (entre 1k y 1,500k).
Cebolla, zanahoria, laurel, alcaparras y ajo, para el caldo.
8 huevos duros.
1 taza de aceite de oliva.
Una docena de anchoas
2 cucharadas de mostaza.
1 atún en lata (al natural o aceite)
Una taza de mayonesa.
Paso a paso
Primero limpiar el peceto de grasa
Marinarlo en vino blanco, cebolla, puerro, hojas de laurel y sal durante 50 minutos. según el tamaño hasta que la carne esté tierna pero no pasada de cocción. Enfriar rápidamente en el caldo mismo para que la carne no se seque. Retirar y dejar reposar en el caldo mismo para que la carne no se seque.
Para cocinar la salsa hay que utilizar la licuadora, procesadora o mixer. colocar la mayonesa, el atún,
la crema, alcaparras, la mostaza, sal y pimienta a gusto. Procesar.
Preparar la salsa con el atún, la mayonesa, las alcaparras y el vinagre de vino procesando todo hasta obtener una salsa fluida y lisa. Si es necesario, agregar un poquito de caldo frío.
Para reposar la salsa, utilizá un mortero de un material no poroso, para que no absorba los aromas y sabores de los ingredientes. La madera, por ejemplo, no es una buena opción por este motivo. Los mejores morteros son los de piedra, sobre todo de granito, y también los de nuevos materiales como el polietileno.
Cortar la carne bien finita y acomodarla en una fuente. Salsar y decorar con alcaparras.
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