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Cómo formar nuevos profesionales para los negocios del futuro

En la nueva era donde en la empresa hay una mayor automatización de los procesos y convivencia entre los robots y las personas, es necesario crear perfiles denominados multidisciplinarios.

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Innovacion. Es la coprotagonista del papel que juegan las tecnologías disruptivas, ofreciendo a las empresas capacidades novedosas para poder competir. | Shutterstock

Algunos científicos sostienen que la “era cognitiva” comenzó en 1940, cuando Alan Turing, uno de los padres de la ciencia de la computación propone su “prueba” planteando lo siguiente: “Una máquina será inteligente cuando sus respuestas a las preguntas de un operador humano no sean distinguibles de las que daría una persona”. Se podría entender como el momento en que la máquina adquiera la totalidad de capacidades cognitivas del hombre. Desde esa época, los investigadores están trabajando para superar esta prueba; si bien aún no se ha logrado completamente, los avances hacia la era cognitiva son muy importantes.

De la misma forma, se podría considerar que la explotación de datos masivos comenzó en 1977, cuando el estadístico John Tukey publica un libro sobre la explotación y análisis de datos como propuesta para la resolución de problemas. Más tarde, en 1996, Shapiro crea el término “data mining”, dando nacimiento a la llamada “inteligencia de negocios o inteligencia comercial”. De este modo, se establece un estrecho vínculo entre lo científico y su aplicación en empresas con el objetivo de optimizar la rentabilidad de los negocios.

Recién a partir de la década de 2000, aproximadamente, el uso generalizado de internet, la potencia del hardware, la variedad y volumen de todo tipo de datos y su explotación masiva en tiempo real comenzaron a ser fuertes protagonistas del conocimiento sumando inteligencia y formalizándolo como Big Data. Los modelos de negocios comienzan a cambiar y las empresas inician el paso hacia la cultura Data Driven, reconociendo que los datos corporativos son activos estratégicos de la compañía, son el ADN ya que registran en su interior el conocimiento sobre el negocio, y su explotación masiva puede dar forma a la estrategia que necesitan para competir en el mercado. Aquí es cuando la innovación aparece como coprotagonista del papel que juegan las tecnologías disruptivas, ofreciendo a las empresas capacidades novedosas para poder competir.

Renovarse. Transitando 2019, el nuevo modelo de negocios supone un cambio de paradigma. Por un lado, por la forma de capturar los datos, bastan menos de 5 segundos en un sitio web para convertirnos en un dato. Por otro lado, y en paralelo, se suman los avances en la ciencia de datos y sus campos de extensión: inteligencia artificial, Machine Learning, Cloud Computing, internet de las cosas, negocios digitales, Blockchain, nanotecnología, visión artificial y realidad aumentada, entre otros, que están cambiado el mundo de los datos y los algoritmos.

De lo anterior, podríamos decir que la “era cognitiva y digital” comenzó en el siglo XX y que a principios del siglo XXI nos encontramos en pleno proceso de “democratización de los datos”. Transitamos el camino hacia la “democratización de los algoritmos” y comenzamos la revolución de la automatización inteligente. Para agregar valor a esta conclusión, para algunos científicos el objetivo de este siglo XXI es construir un “cerebro artificial”.  

Hasta aquí hicimos un rápido recorrido sobre nuevos negocios, ciencias y tecnologías, lo cual nos lleva a pensar sobre cómo satisfacer la demanda laboral para los nuevos trabajos del siglo XXI. Para darle más fuerza a este pensamiento, las grandes empresas ya están incorporando la automatización a sus procesos, lo que llamaríamos “convivencia humana-robot”, proponiendo el trabajo en conjunto del hombre con las máquinas inteligentes. Según recientes estudios de consultoras de mercado, en Argentina un altísimo porcentaje de ocupaciones puede llegar a automatizarse en los próximos diez años.

Este tsunami tecnológico, como lo denominan otros autores, nos plantea una creciente y urgente demanda de recalificación profesional, nos lleva a descubrir el surgimiento de un nuevo perfil profesional que podríamos definir como multidisciplinario.

Qué se hace. Reflexionado sobre esto último, podríamos preguntarnos: ¿qué conocimientos académicos debería tener un joven para insertarse en estos nuevos trabajos?, ¿qué habilidades y conocimientos debería adquirir un profesional para adaptar su formación tradicional a estos nuevos requerimientos?, ¿cómo impacta esto en la educación?, ¿están trabajando las instituciones educativas para satisfacer profesionalmente el mercado laboral actual y el de los próximos años?

A nivel internacional son varias las instituciones que están reconociendo estas necesidades. Una de ellas está en Estados Unidos, el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), que comunicó el lanzamiento para 2019 de un nuevo instituto especializado en inteligencia artificial, Machine Learning y ciencia de datos, el MIT Schwarzman College of Computing. Para Rafael Reif, su presidente, “es necesario crear un centro especializado en inteligencia artificial y datos debido a la forma en que estas disciplinas están cambiando el mundo”.

En la Argentina aún queda un largo camino por recorrer. La oferta académica necesaria para formar profesionales capaces de afrontar los desafíos que proponen estos avances tecnológicos se está ampliando.

Con las nuevas propuestas de estudios en ciencia de datos e innovación empresarial, se busca que los futuros profesionales puedan utilizar la tecnología disponible para explotación de grandes volúmenes de datos y liderar la nueva generación de valor empresarial.

En resumen, el gran desafío es formar nuevos perfiles profesionales, multidisciplinarios, con las habilidades necesarias para afrontar los empleos del futuro. Es decir, nuevos perfiles que acompañen el crecimiento de las empresas en la “era digital-cognitiva y automatizada”. El reto será estar dispuestos a desempeñar un papel activo para estar a la altura de ese desafío.

*Directora de la Maestría en Ciencia de Datos e Innovación Empresarial, Universidad Caece.


Generar valor agregado

La inteligencia artificial está modificando nuestra existencia en todas sus dimensiones. Y si bien es reconfortante pensar que un robot tendrá la casa limpia y la cena lista todos los días, nos desorienta no saber cabalmente cuánto reducirá nuestra empleabilidad a mediano plazo.

La tendencia muestra que cuanto más repetitivo es un trabajo, mayores son las posibilidades de que dicha actividad sea robotizada. Por ello, las universidades deben concentrarse en la formación de perfiles cuyo aporte resulte en un valor agregado difícilmente reemplazable, desarrollando su inteligencia emocional y analítica para la gestión de las nuevas organizaciones.

Este profesional se siente capaz de afrontar las nuevas necesidades del mundo laboral. Disfruta del aprendizaje constante y complejo, facilita el inevitable y constante fluir del cambio e imagina e implementa soluciones creativas para articular una realidad que superará toda ficción.

Maria Salvo, Profesora de Dirección Estratégica e RR.HH. en Ucaece.