El hombre, como especie, es un gran depredador de los recursos naturales y, cuando priman los intereses económicos, no siempre se tiene en cuenta la pérdida de biodiversidad. Este problema no es exclusivo de nuestro país, y de hecho la preocupación es mundial. A pesar de que en las últimas décadas se ha avanzado en la conservación de las especies a nivel internacional, se ha observado que la biodiversidad se está perdiendo a un ritmo sin precedentes. Se ha avanzado a niveles críticos, por eso es importante un cambio en la gestión de modelos de consumo y desarrollo que mejoren el manejo sustentable de la biodiversidad, minimizando el impacto de la actividad humana. Por ese motivo, la biodiversidad es considerada un bien universal que debe ser resguardado y conservado para las generaciones futuras.
Nuestro país es uno de los que tienen mayor número de ecorregiones, en total son 18: 15 continentales, dos marinas y una antártica, teniendo una gran diversidad biológica, al cuidado de todos nosotros. Es nuestro “patrimonio biológico”.
Por otro lado, ¿cuáles son los peligros que acechan la biodiversidad? Estos son la deforestación, la reconversión de ecosistemas para la agricultura, la introducción de especies exóticas invasoras, el tráfico ilegal y el cambio climático.
En definitiva, proteger la biodiversidad es una obligación de todos porque se vincula directamente con el desarrollo de la vida en nuestro querido planeta Tierra. La gestión de la diversidad biológica está intrínsecamente ligada a la gestión de los recursos naturales y el bienestar y salud de las poblaciones, promoviendo el correcto desarrollo socioeconómico de las personas.
La gestión y la protección de la diversidad biológica juegan un rol importante en las políticas de protección del ambiente.
A inicios del nuevo milenio, un grupo notable de naturalistas argentinos pensaron en darle un marco universitario formal a un fuego interno inexorable que sienten muchos jóvenes: la vocación naturalista. Llevados por el amor a la naturaleza, encontraron un espacio académico donde dar rienda suelta a esta necesidad de comprender y conocer en profundidad los ambientes naturales, las ecorregiones, su flora y su fauna.
Conocer y comprender implica tener herramientas para gestionar, hacer uso sustentable de nuestros recursos naturales y, fundamentalmente, conservar. Así, con estas premisas se creó, en 2004, la Tecnicatura Universitaria en Gestión, Manejo y Conservación de la Biodiversidad. Unica en su tipo, fue la primera carrera técnica universitaria en Argentina, con validez nacional y reconocimiento oficial, dedicada a esta temática.
Para los amantes de la naturaleza, esta pasión que llevan dentro, en algunos casos desde niños, puede hacer que una salida de campo para observar aves o mariposas sea tan gratificante como para otras personas lo sea jugar fútbol o tenis.
La biodiversidad o diversidad biológica es la diversidad de la vida y, como término, tiene muchas acepciones, pero básicamente es la diversidad viviente definida en términos de variedad de seres vivos o especies que existen en nuestro planeta, como resultado de millones de años de evolución y de las interacciones y relaciones que establecen entre sí.
Los interesados en la conservación de las especies amenazadas y sus ambientes pueden pasar horas esperando fotografiar el vuelo de un cóndor, se conmueven con el salvataje de una especie amenazada o con la recría y cuidado de un animal, para luego liberarlo en su ambiente natural. Estos momentos, para un naturalista, son incomparables.
Tratado internacional. El 5 de junio de 1992, en Río de Janeiro, se aprobó el Convenio sobre la Diversidad Biológica durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo conocida como Cumbre de la Tierra (CDB). Este tratado internacional, que actualmente cuenta con 193 Estados que lo ratificaron y cuyo órgano rector es la COP (Conferencia de las Partes), se reúne cada dos años para analizar la aplicación del convenio, entre otras cuestiones. La COP 2010 adoptó un plan estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020. En este marco internacional la Argentina se propuso cumplir con los compromisos adquiridos en relación con estos tratados y lanzó como política de Estado una Estrategia Nacional sobre la Biodiversidad con un plan de acción 2016-2020.
Tanto los convenios internacionales como los planes de acción nacionales tuvieron como objetivo la conservación de la biodiversidad, el empleo sustentable de los componentes de la biodiversidad y la participación justa y equitativa de los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos naturales.
Salir al terreno. Nuestro país se encuentra ávido de personal experto en la temática, con una creciente necesidad de contar con personal técnico especializado para colaborar en la gestión y manejo sustentable de la diversidad biológica (flora y fauna de nuestro país). Cada año, profesionales que reúnen estas habilidades y conocimientos son requeridos para colaborar en la gestión y manejo sustentable de la diversidad biológica en organismos nacionales, provinciales y municipales de fauna y flora silvestre; en áreas naturales protegidas; centros de investigación y emprendimientos privados de aprovechamiento sostenible de especies silvestres, jardines zoológicos y botánicos. Muchos apasionados de la naturaleza forman parte de ONGs que enseñan, educan y ayudan a realizar campañas de concientización para la conservación y el cuidado de nuestras especies.
En líneas generales, pueden insertarse en los ámbitos públicos y privados relacionados con aspectos prácticos de la conservación de la diversidad biológica. Particularmente de la existente en nuestro país y países limítrofes.
*Directora del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad Caece.