Franco Torchia, el periodista de extensa trayectoria, quién le dio voz a "Cupido" en el programa del mismo nombre, asistió al ciclo de entrevistas de la Escuela de Comunicación de Perfil. El locutor, que de lunes a jueves conduce "No se puede vivir del amor" en Radio Ciudad, compartió su descontento con la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal por no aprobar la ley de cupo laboral trans en Buenos Aires, y su agradecimiento con Estanislao Fernández luego de la entrevista que le realizó. Ante los alumnos de periodismo, también criticó la decisión de Mirtha Legrand de no querer llevar a Alberto Fernández a su programa: "Eso es antidemocrático".
- Hace unos días salió un video del colectivo LGBTQ, en el que aparecía un grupo de personas llamando a votar al Frente de Todos, y decían que el gobierno de Macri había atentado contra sus derechos. Usted, como referente de la diversidad sexual, ¿siente que esto es así? ¿Está de acuerdo con estas declaraciones?
- El video me resulta inaceptable, porque tiene una estrategia enunciativa abominable que es el nosotros inclusivo. Hay tantos votos como personas que votan, es absolutamente criminal como acto enunciativo y, por otro lado, tiene una voluntad hegemonizante, casi imperialista diría, muy sorprendente y totalmente condenable. Entiendo que es de una agrupación, no es del partido, no es oficial. Ahora, respondiendo concretamente a la pregunta que me haces, yo creo que en estos cuatro años de gestión del macrismo, lo más grave en torno a la diversidad sexual es que los derechos no se acumularon, no que se perdieron. La ley de cupo laboral trans sancionada por la legislatura bonaerense antes de que se vaya Scioli, que fue sancionada por unanimidad por la Legislatura durante su gobernación y gracias al trabajo del activista travesti Diana Sacayán, víctima de un travestisidio meses después de haber sido sancionada la ley. En octubre de 2015 la tenía que implementar María Eugenia Vidal, y yo fui el responsable periodístico de una investigación alrededor del porqué luego de dos años y medio no la implementó. Vidal se negó a darle el 0.03% de los puestos del Estado y de los puestos de las empresas privadas proveedoras del Estado a personas trans y travestis. Esa fue una voluntad política expresa. ¿Ese es un derecho que se perdió? Sí, porque estaba aprobado por la Legislatura, porque se tendría que haber implementado y porque Vidal no lo quiso implementar de forma personal. También está ocurriendo una situación gravísima y sostenida, que es un faltante de medicación contra el VIH que afecta a 15 mil personas. Es muy delicado.
- ¿Por qué Vidal tomó esa decisión?
- Es complejo el caso. Vidal como gobernadora tiene la facultad y la obligación de cumplir con el Estado de derecho. Cuando vos no estás de acuerdo con una ley que fue votada por Legislatura, tenés el instrumento que es derogarla. Bueno, Vidal no quiso cargar con el costo político de derogar, porque tenés que salir después a una conferencia de prensa y es un costo político alto para quien lo entiende. Bueno no la derogó, pero tampoco la implementó. Entonces, ¿dónde está la ley? La argentina tiene como una especie de nube, es interesante eso, como donde vivía Cupido, donde viven un montón de leyes que no fueron derogadas, pero que tampoco fueron implementadas.
- ¿En qué momento se encuentra la televisión abierta?
- Quiero acentuar el lugar de los que toman la decisión, que son los que están atrás desde hace 50 años. Es bastante utópico e iluso creer que si los que toman las decisiones son los mismos, algo puede cambiar. Tiene que ver con los empresarios, no tan solo con las figuras. Hay figuras que son empresarias como Marcelo Tinelli y Mirtha Legrand, que pasó a ser empresaria de sí misma hace tiempo. En el caso puntual de Showmatch, yo lo escribí hace días, es bastante impactante como el programa es y no es el mismo que hace 20 años. Hay como una especie de autorregulación interna, una suerte de miedo de todos a meter la pata, a ser violentos. Hay conflictos, pero son muy actuados. No es más el HIV discutido o el sida elevado a categoría de show como algunos años, y eso me parece que le está haciendo perder cierta singularidad y lo está aplastando al programa, por más número de rating que haga. En el caso de Mirtha Legrand, ella siempre ha sido muy astuta en ciertas renovaciones pese a que todo lo que hace es viejo, ella ha sido astuta en renovarse.
- ¿Qué opina de la decisión de ella de no invitar a Alberto Fernández a su programa?
- Eso es ejercer propaganda política, es ser publicista orgánica del oficialismo. No solo es antidemocrático, es convertirse en una publicista contratada por el Gobierno Nacional. Eso expresa su carácter de publicista, no de persona que "vota a" o "no vota a". Está en otra dimensión decir que no invitás a alguien y volverlo público. Estas cosas se dicen todo el tiempo, pero en privado. Transformarlo en algo completamente público es asumir que Mirtha está operando como una publicista. Eso me dejó perplejo.
- Hace poco entrevistaste a Estanislao Fernández, el hijo de Alberto. ¿Se conocían? ¿Por qué piensa que dio esa nota?
- No, no lo conocía personalmente y tampoco lo había visto en escena. Él eligió “No se puede vivir del amor”, me escribió y me dijo "yo quiero ir a tu programa", y desde ya le dije que sí. Fue una alegría que nos haya elegido. Realmente se lo súper agradezco, sobre todo porque él después se encargó de decir en las redes que el programa es único, que es un programa de diversidad sexual y no hay otro programa diario en Argentina sobre este tema que tenga tantos años al aire como el nuestro. Creo que Estanislao no quiere hablar, y no quiere ser "hijo de". Está feliz de su papá y ama a su mamá, pero no quiere actuar socialmente de hijo de nadie. Él quería conversar de su propuesta artística, y también de cuál es su orientación sexual, algo de lo que hablamos mucho en la nota, y para eso hay que tener ciertas herramientas, que nosotros la tenemos como programa y por eso nos eligió.
Por Analía Vega y Zoe González
(Alumnas de primer año de la Escuela de Comunicación de Perfil)