Juan Amorín: “Lo de Cambiemos es un robo sistemático a través del uso de datos”

Juan Amorín se recibió de periodista a fines del 2015, el mismo día que asumió Mauricio Macri. Listo para iniciarse en lo que  describe como “el mejor oficio del mundo”, Amorín se contactó por WhatsApp con Roberto Navarro y al poco tiempo estaba incorporado al equipo del Destape. “Yo le agradezco a Lanata ser periodista, cuando tenía ocho años quería ser como él”, dice hoy con 25, el autor de la investigación que reveló el entramado de dinero en negro, aportes falsos, y robo de identidades que formó parte de la campaña de Cambiemos para las las legislativas de 2017.

Invitado al Ciclo de Entrevistas de la Escuela de Periodismo, el periodista habló con los alumnos de Perfil sobre su descubrimiento y, a pesar de su simpatía con el gobierno anterior, reconoció las falencias que tuvo el kirchnerismo, en especial, en la relación con la prensa.

-¿Cómo surgió la investigación?

-Alguien me contactó y me contó que él y cinco personas más que laburaban juntas en una cooperativa figuraban como aportantes a Cambiemos y no tenían nada que ver. A partir de ahí comencé a buscar a gente que tuviera acceso al listado de quienes trabajaban en barrios de Zona Sur en Quilmes y Avellaneda. Entonces me encontré con planillas de cooperativistas de “Argentina trabaja” y del plan “Ellas hacen” e hice un cruce manual. Coincidía con 300 personas que cobran entre 6.000 pesos 4.500 pesos por mes, pero figuraban aportando entre 300 y 600 pesos. Publicamos la investigación en el momento indicado por sugerencia de Navarro, yo la quería aguantar hasta tener más casos, y fue un gol. Empezaron a aparecer por semana un montón de casos iguales y hasta ahora ya llevamos 1.400 casos. Es la primera investigación que se dio a través de las redes sociales y marcó agenda política.

-¿Cómo fue el armado de los aportes truchos de Cambiemos en Provincia?

-Tuvo que ver con el financiamiento de la política. Lo de Cambiemos fue un robo sistemático a través del uso de bases de datos. Los que son beneficiarios de planes sociales que encontramos como aportantes truchos lo hacen por poco dinero, de 500 a 1000 pesos. Los que son empleados públicos de la provincia de Buenos Aires, que tienen una capacidad contributiva más grande y tienen ingresos más altos, aportan más. Hay otros, comerciantes, como la madre de un compañero que tiene un comercio y aparece aportando 30.000 pesos. Hubo un análisis, porque había mucha plata para blanquear y en lugar de hacerlo a través de los propios militantes o empleados afines y candidatos, lo que hicieron fue usar bases de datos pensando que esa gente jamás se iba a enterar. En vez de hacer que cuatro personas aportaran mucha plata hicieron que mil personas aporten muy poquito así, pensaban, nadie se daría cuenta. Sumaron mucho dinero y todo en efectivo. Hubo firmas que estaban adulteradas. Por esta razón el PRO puede perder el sello en la provincia de Buenos Aires, por usurpación de identidad, falsedad ideológica, falsificación de documentos públicos y además los millones de aportes truchos a la campaña. Lamentablemente, cómo está la Justicia hoy y los tiempos procesales, creo que esto va a terminar en un simple delito electoral. Lamento que la Justicia investigue cuando los funcionarios pierden el poder y no en el mientras tanto. Esto nos invita a descreer.

-¿Tendría la libertad de publicar una nota crítica al kirchnerismo en el El Destape?

-Indudablemente. Es horrible que uno, como lector, vaya a informarme sobre las investigaciones contra el Gobierno en “El Destape”, y para informarse sobre la corrupción del kirchnerismo, vaya a otro lugar. Hice una investigación en C5N sobre José López y Odebrecht con distintos proveedores, del kirchnerismo incluso. La credibilidad es todo tu capital: los periodistas tenemos que entender que no somos el medio donde trabajamos. Si el día de mañana quiero publicar algo y no puedo, creo que me iría y Roberto (Navarro) lo sabe.

-¿Cómo vio la relación del Gobierno anterior con la prensa y la que tiene el actual?

-Soy muy crítico de la distribución de la pauta publicitaria. Necesitamos sentarnos en una mesa, todos los actores, y discutirla. El gobierno anterior la utilizó y es gravísimo que el actual haga lo mismo. El kirchnerismo quiso crear un monstruo mediático. La Ley de Medios fue muy valiosa pero quedó limitada a la guerra con Clarín. Estoy agradecido de no haber participado, porque me recibí de periodista paradójicamente el 10 de diciembre de 2015. Desde que comencé a trabajar jamás recibí ninguna amenaza, pero debo decir que luego de publicar mi investigación la pauta que teníamos de Lotería de la Provincia de Buenos Aires fue retirada.

-¿Cree que a partir de la grieta se empezó a auditar a los medios?

-Sí, totalmente. Me parece que fue saludable lo que pasó en los últimos años porque se puso un poco en duda y en debate el rol de los medios de comunicación. Por fin empezamos a hablar de quienes son los dueños de los medios y que intereses juegan. Cuando se inventó el término de la grieta quedó dividido en dos, y parecería ser que uno no puede felicitar a Diego Cabot porque hizo un buen trabajo. Algunos te dicen que sos un vendido. Pero los periodistas no podemos ser rehenes de los medios.

Adriana Vanoli, Gustavo Duarte, Lucía Ciuffardi y Telma Romero

(Alumnos de Primer Año de Periodismo - Escuela de Comunicación de Editorial Perfil).