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María O'Donnell: "Uno de los males del periodismo es la tentación de la demagogia"

La periodista y escritora participó del Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de Periodismo de la Escuela de Comunicación. Los medios que le hablan a su “hinchada” y las dificultades para ejercer la profesión en tiempos de grieta.

Entrevista a María O'donnel 20200911
Entrevistaa María O'Donnel | Capturas de pantalla

María O’Donnell visitó virtualmente la Escuela de Comunicación para participar de una conferencia de prensa organizada por estudiantes de Periodismo del Grupo Perfil, en la que se refirió a la publicación de Aramburu, libro que se convirtió en uno de los más vendidos del año. Sostuvo que la investigación sobre el nacimiento de Montoneros le permitió entender que “hay enfrentamientos, nudos o situaciones inconclusas” en la historia argentina. “No tenemos acuerdos nacionales alrededor de temas fundamentales”, aseguró.

La conductora de programas radiales en Metro y Radio con Vos y ciclos televisivos en el canal Net también cuestionó la polarización que se evidencia en algunos medios que se expresan para una “hinchada”. Y destacó el trabajo de Ernesto Tenembaum, Marcelo Longobardi, Ivan Schargrodsky, Alejandro Bercovich, Ismael Bermúdez, Jairo Straccia y Emilia Delfino. “Hay que tratar de ser muy honesto, no hay que dejarse tentar con darle el gusto a las audiencias”, señaló O’Donnell en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.

¿Qué le dejó haber escrito Aramburu?

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Me demostró que hay enfrentamientos, nudos o situaciones inconclusas de nuestra historia, y que son muchas más de las que pensamos. Que no tenemos acuerdos nacionales alrededor de temas fundamentales. Hay un gran acuerdo sobre el terrorismo de Estado, pero luego tenemos pocos consensos y me parece que es una de nuestras dificultades. Es un libro que a mí me hizo escribir y reescribir para buscar cómo saltar los tiempos, la cuestión temporal que iba del 55 hasta el 70, los idas y vueltas. En términos de escritura, es quizás la estructura más compleja que me propuse hacer.

—¿Cómo concibe al periodismo en este tiempo de grietas y polarizaciones?

—Creo que le ha hecho mucho mal al periodismo. Yo estoy azorada, uno ve doble vara todo el tiempo. Por ejemplo, cuando se transmitió la liberación de Lázaro Báez, algunos solo se centraban en la violencia de los vecinos de Lázaro y otros remarcaban el “espanto” de que salga en libertad. Hugo Alconada Mon, es columnista de mi programa de radio e investigó como pocos la corrupción kirchnerista, particularmente a Lázaro Báez, y dijo al aire que no podía seguir preso porque la prisión preventiva puede estar como máximo dos años, pero Lázaro Báez lleva cuatro años y medio preso con prisión preventiva. Entonces, los que gritaban en defensa de la Constitución, ¿de qué Constitución hablan? Si la Constitución le están violando las garantías a Lázaro Báez. Creo que la polarización impide cualquier matiz, impide cualquier tipo de contextualización. Hay mucha gente que logra correrse de ahí y eso es lo más parecido al periodismo. Pero, lamentablemente, cada vez lo vemos menos porque después tenés que bancarte que te linchen en las redes. A mi me parece que la polarización es todo lo contrario al periodismo.

—¿Qué se debe tener en cuenta para ser buenos periodistas?

—Creo que hay que tener una formación práctica. Me gusta esto de que hagan una cuestión práctica en esta escuela de Periodismo y que luego busquen una formación académica en Letras, Economía, Historia, Sociología, Ciencia Política, o lo que sea. Yo creo que el periodismo es un oficio y que se aprende de la manera en que lo están haciendo acá, a mí me parece que es el tipo de modelo y de formación ideal de un periodista. Después hay que tratar de ser muy honesto, no hay que dejarse tentar con darle el gusto a las audiencias me parece que uno de los males de este tiempo del periodismo es la tentación de la demagogia. Hay que tratar de ser muy honesto con uno mismo, hay que tener una ética, una honestidad intelectual, tener una ética personal, tener una ética de conducta, tener un compromiso con cuáles son los valores que uno cree que debe representar, ser muy firmes en las convicciones, muy ético y tener mucha integridad. Eso requiere ser honesto con uno mismo, básicamente. Y la pasión te va a llevar siempre a ser el mejor periodista o la mejor periodista que puedas ser.

María O'Donnell en el Ciclo de Entrevista

—¿Es posible la objetividad en el periodismo?

—Yo no creo en la objetividad, no creo que yo tenga objetividad. Tengo subjetividad todos los días en mi programa de radio: elijo qué temas voy a tratar, elijo cómo los voy a tratar, elijo cómo abordarlos y todo eso ya está teñido de mi subjetividad. Pero tengo que ser honesta y si creo en la legalización del aborto, por decirles algo y hay alguna noticia que yo crea que perjudica esa causa, no puedo interferir sobre la verdad en función de mis intereses. o empezar a calcular quién es funcional a una noticia. Creo que cuando el periodista empieza a calcular a quién le es funcional una noticia empieza perder su oficio, que es algo frecuente.

—¿Usted cree que los periodistas deberían revelar a qué candidato votan en las elecciones?

A mí no me gusta mucho decir por quién voto. Es obvio cuáles son mis valores: quiero una sociedad más justa, me importa la cuestión republicana, me importa la calidad de la democracia, que por ahí no son valores que vengan siempre con el peronismo. Pero me gusta algo más redistributivo del peronismo. Tengo valores a los que prefiero no ponerle un nombre, sobre todo, porque suelen ser elecciones en las que uno elige entre opciones no óptimas, entonces, tampoco me quiero hacer cargo de la parte no óptima del candidato al cual termine votando. Creo que hay que ser lo más transparentes posible, pero no veo la necesidad de ponerle un nombre a esa decisión.

—¿Cómo se informa María O`Donnell?

—Como hago un programa de primera mañana, tengo un ritual que a mí me gusta mucho, tengo todos los diarios papel y entiendo todo mucho mejor, leo mejor, y lo hago de una manera más ordenada. En la web, me parece que todavía hay mucha confusión como están ordenadas las noticias en función de los click. Y a mí me gusta recibir la información de otra manera, quizás porque soy de otra generación. Después leo de todo, lo que más me importa es la variedad, la diversidad. Los domingos leo El Cohete a la luna, recibo Perfil, Nación, ClarínPágina 12, después leo un poco La Política online e Infobae. Hay determinados temas que me gustan más leerlos en algunos medios que en otros. Por ejemplo, cómo cubre al macrismo Página 12, me resulta muy interesante, y cómo cubre al kirchnerismo La Nación, también me resulta muy interesante. Voy a buscar la información, por lo  general en el medio más crítico. También me gustan los argumentos que usan para defender esa postura.

—¿Cuáles son los periodistas que más respeta?

—Tengo mucha afinidad y, últimamente mucha más, con Ernesto Tenenbaum. Trabajamos juntos en Página 12 hace muchos años y tuvimos un encuentro que fue fantástico en Corea del Centro y antes en Radio con Vos, que es un medio que, periodísticamente, Ernesto inició, un lugar muy interesante porque yo creo que en este mundo tan polarizado las FM te dan la posibilidad de tener un programa de radio noticioso que funcione más allá de las audiencias que son hinchadas, que va de Radio 10, que ya sabemos lo que es, a Mitre, que ya sabes lo que es. Me gusta mucho y no coincido siempre, con el newsletter que está haciendo Cenital con Iván Schargrodsky, me interesa siempre la mirada de Bercovich, obviamente, un punto de vista fuerte pero que tiene siempre muy bien fundamentado. Me parece que Longobardi hace un gran programa de radio, Marcelo tiene una forma periodística un poco distinta de como lo concibo yo en el sentido de que él se nutre de los que piensan como él, mayoritariamente, pero tiene mucha más libertad que otros respecto a sus audiencias, es alguien que puede desafiar a su propia audiencia y eso a mí me interesa bastante. Televisión veo cada vez menos porque me agobio. Me parece que hay una competencia por la exaltación, la exageración, la condena del otro, el miedo. Me gusta muchísimo el trabajo de Ismael Bermudez y no quiero ser injusta porque hay un montón de gente que trabaja en  Clarín o Nación que hacen trabajos que me encantan. A mí me gusta muchísimo el trabajo de Data que hay en La Nación, me gustan mucho algunos periodistas que hay en la Nación. Me gustan mucho las cosas que hace Perfil, me gusta mucho el trabajo de Jairo Straccia. En general me gusta la variedad del enfoque de Perfil, me gustan las investigaciones de Emilia Delfino. Hay muchas cosas que me gustan y me encanta encontrar gente nueva.

—¿Cuál es su opinión sobre el decreto que declaró a las telecomunicaciones como servicio público esencial?

 —Es muy complejo el hecho de que Argentina cambie tan abruptamente las reglas del juego y tan seguido en sectores que requieren de mucha inversión. Lo hemos visto en el tema del petróleo, donde Cristina Kirchner dejó una ley, Mauricio Macri anuló todo con un decreto y después vino Alberto Fernández y metió otro decreto. No es muy popular la causa de los empresarios en Argentina, pero hay un reclamo legítimo de que se están cambiando las reglas del juego por un decreto de la noche a la mañana. Dicho esto, que la telefonía tiene que ser un servicio público, es bastante obvio. Distinta es la discusión de que si el Estado tiene que regular tarifas de todo ese sector, incluida la televisión por cable. La televisión por cable es donde uno se pregunta si está más dirigido a Clarín, que es el jugador más importante, con Telecom, Cablevisión y Fibertel. Con Netflix y con streaming, es menos relevante la televisión por cable y no hay mucho antecedente de incluirlo en servicio público a la TV por cable, me parece excesivo.

—Agracemos su participación en el Ciclo de Entrevistas y la invitamos a cerrar el reportaje con un comentario final que quiera realizar.

Me alegro que existan estos espacios como el de Perfil para poder pensar con una mirada crítica y generar nuevos aportes al periodismo, ya que es un momento de mucha transición y de mucha incertidumbre y creo que como nunca es muy necesario el periodismo de calidad. Requiere de esfuerzo personal porque es difícil en un momento donde los medios no encuentran cómo financiarse, que hay tanta precarización laboral, vemos lo que pasó el año pasado, la paritaria de nuestro gremio fue de las peores. Son muchos los desafíos pero hay que tener mucha vocación porque yo creo que con pasión y con vocación las cosas se alcanzan.  

Por Karina Rocca, Carla Villalba y Pilar Padula
Estudiantes de Periodismo 
Escuela de Comunicación del Grupo Perfil