Mónica Gutiérrez participó del Ciclo de Entrevistas de la Escuela de Comunicación, organizado por los estudiantes de Periodismo en Perfil Educación.
—¿Cuál es su futuro tras la sorpresiva salida de América Noticias?
—Les voy a dar una primicia. Yo salí del canal teniendo la idea de tomarme un año de descanso, por lo pronto unos meses de estar con la familia, leer, escribir, pensar algunas historias de mi propia vida para cerrar. Todo esto estuvo muy pensado por mí. Cuando se aceleraron los tiempos, se produjo un efecto que yo no esperaba. Yo pensaba irme de vacaciones, con poquito ruido y estar en paz, pero la verdad, me vino una verdadera avalancha de propuestas, muchas puertas que se abrieron. Han sido muy generosos los medios conmigo en estas horas, los colegas. Ya tengo prácticamente cerrado un acuerdo: voy a empezar a trabajar en el verano para Canal Trece. Es una propuesta de la productora Mandarina, para Canal Trece. Esto se acaba de oficializar.
—¿Podrá contarnos de qué se trata el programa que llevará a cabo?
—Prefiero no dar detalles ahora, es un programa de televisión diario. No quiero dar más detalles porque estoy todavía un poco perpleja por todo lo que pasó, yo lo viví como un tsunami, un tsunami de emociones, muchos reencuentros con colegas y medios que vinieron por mi. Obviamente estoy muy contenta.
—¿Cómo es su relación con Liliana Parodi, tras su salida de América?
—Hace una semana de todo esto, fue una semana muy intensa desde el punto de vista de la comunicación. Para mi este tema ya terminó, soy una persona que tarda en tomar decisiones pero cuando las toma, no mira para atrás. Entonces ahora, enfoqué hacia adelante y todo lo que pasó quedó atrás. Uno lleva adentro siempre recuerdos, yo por suerte trato de acoplar para mi los buenos momentos, y en general trato de olvidarme de lo malo, de los que no viví bien, pero yo viví muy buenos momentos.
—¿Quiénes son los periodistas que la formaron y a quienes admira hoy?
—Es una pregunta muy difícil, porque hay muchos compañeros que valoro y quiero mucho. Los que me formaron probablemente algunos ya no están, otros sí, yo a la edad de ustedes admiraba a Magdalena Ruiz Guiñazú porque me parecía que ella rompía un poco con su tiempo y pudiendo llevar otro tipo de vida que confrontaba con el momento e imponía una presencia de mujer en los medios. También me llevó por delante la frescura que tenía Mónica Cahen D´ Anvers en los noticieros. Después yendo a la prensa gráfica tuve grandes maestros como José María Duran y el mismo Jorge Lanata cuando armó su Página/12. Hoy prefiero no expresarme en un sentido o en otro, porque si ahora nombro a alguien voy a caer en la cosa de la grieta, porque puede interpretarse que yo admiro a tal o a cual no por su calidad profesional, sino por cómo y desde donde mira la realidad. Hay algunos que son extremadamente talentosos y que a lo mejor están atrapados también en la grieta, es muy difícil este momento para el periodismo.
—¿Cómo imagina la relación del nuevo gobierno y el periodismo?
—No lo puedo, ni lo quiero, imaginar. Quiero empezar a transitarlo y ver qué pasa. Porque si no, ya caería en el prejuicio. Es decir, el gobierno que viene tiene muchos elementos de uno que ya conocimos. Prefiero desprejuiciarme un poco porque si no, ya arrancamos mal, hay que esperar las señales que nos dé el nuevo presidente, a quien conozco y he tratado mucho. Espero que sea un gobierno abierto, donde los funcionarios den conferencias de prensa, acceso a la información, que no nos digan “¿A vos quien te manda?” Que no digan “Bueno, vamos a estos porque son amigos y a estos otros, no”. Que no crean que todo lo pueden comunicar por Instagram o Twitter. Prefiero esperar y ver qué pasa, el presidente se va a encontrar con un panorama muy difícil.
—¿Se puede trabajar con libertad ciertamente en televisión?
—Yo creo que la libertad es algo de lo que uno toma y no está dispuesto a renunciar. Se puede trabajar si uno está dispuesto a perder situaciones, momentos, a confrontar a veces, incluso. Los periodistas nos desempeñamos básicamente dentro de un medio, éste siempre tiene una línea editorial y uno debería poder moverse con comodidad, pero para que eso ocurra se debe respetar para los periodistas profesionales, los estándares de la profesión. O soy un militante en los medios de comunicación o soy un periodista profesional, son dos cosas diferentes. Mi inserción en la profesión fue desde un lugar profesional. A los de mi generación nos tocó cambiar el caballo en el medio del río muchas veces, adaptarnos a nuevas tecnologías y la fuerte inserción de los medios de comunicación masivos y alternativos en el juego de la política.
Agustina Ortiz, Sol Laila Gómez y Marcelo Magallanes
(Estudiantes de Periodismo de la Escuela de Comunicación de Perfil Educación)