Cuando hace más dos años comenzamos a analizar el proyecto de un posgrado en periodismo nos preguntamos qué teníamos nosotros para aportar a la enseñanza del periodismo y a una institución muy influida por valores religiosos como la Universidad del Salvador siendo en nuestra gran mayoría, agnósticos.
La enseñanza de posgrado en periodismo estaba dividida en dos corrientes enfrentadas por la grieta: dos universidades privadas con sus convenios con los diarios Clarín y La Nación, y la universidad pública por el otro.
Y pensamos que lo que podía aportar era la dimensión de la pluralidad a la que también la Universidad del Salvador, los jesuitas y el Papa egresado de esta casa de estudios, siempre hicieron referencia. Los resultados parecen demostrar que hicimos una buena combinación entre la tradición y la transgresión.
Felicitaciones a todos los egresados, bienvenidos a los nuevos inscriptos.