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Nuevos hallazgos

¿Por qué es tan difícil detener el cáncer?

Un grupo de científicos de la Universidad John Hopkins descubrió que ciertas células autoinmunes son “tentadas” por las células cancerosas para abandonar su misión de defendernos. Ya estudian cómo bloquearlas para evitar las metástasis.

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Cáncer de mama-20200806 | Shutterstock

Científicos estadounidenses demostraron que las células cancerosas pueden reprogramar a las células inmunes y propagar con mayor rapidez el crecimiento de tumores. Ciertas células inmunes del propio cuerpo, denominadas NK, pueden detener el crecimiento de un tumor y ya están en nuestro ADN. Sin embargo, su eficacia es tal sólo hasta cierto punto. Un equipo de científicos estadounidenses demostró que las células cancerosas son tan tramposas que pueden “reprogramar” a las células inmunes.

Por esa razón, la metástasis es la principal causa de muerte en el cáncer de mama. Los investigadores buscan un tratamiento que impida esta reprogramación del sistema inmunitario. Saben que si se pudiera controlar ese desvío de las células NK, las autoinmunes que tienen mucho a favor para que recuperemos la salud, la metástasis no sucedería al menos en forma grave e incontrolable y las células cancerosas quedarían acorraladas. Sin embargo, las células malas deben tener mecanismos para escapar a la acción de las NK.


Por eso, algunos investigadores, bajo la dirección del Dr. Andrew Ewald, estudiaron en laboratorio y en tiempo real, cómo interactuaban las células NK y las células invasoras de cáncer de mama. Para lograrlo, su metodología de trabajo fue el cultivo de células que desarrolló el Dr. Isaac Chan, becario de oncología médica en la Universidad Johns Hopkins, quien trabaja en el laboratorio del Dr. Ewald. 

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El Dr. Chan y su equipo comprobaron que las células de cáncer de mama metastásico pueden reprogramar las células NK para que dejen de matar a las células cancerosas y, en su lugar, ayuden en la metástasis. Es decir, las descubrieron in fraganti. Este trabajo, publicado en el Journal of Cell Biology, también señala nuevas estrategias de inmunoterapia que revierten este proceso de reprogramación en modelos de ratón con metástasis de cáncer de mama. 

"La enfermedad metastásica es la principal causa de muerte por cáncer de mama, y necesitamos una comprensión más profunda de cómo y por qué ocurre", escribió el Dr. Chan.

"Nuestra investigación ha identificado una nueva estrategia para que las células cancerosas coopten el sistema inmunológico. Si pudiéramos prevenir o revertir la reprogramación de las células asesinas naturales en los pacientes, podría ser una nueva forma de detener la metástasis y reducir la mortalidad por cáncer de mama".

"Nuestro estudio demostró que las células NK se dirigen selectivamente a las células que inician el proceso metastásico y también cómo las células cancerosas engañan al sistema inmunológico para que las ayude", explica Ewald, autor principal del estudio, codirector del Programa de Invasión del Cáncer y Metástasis en el Centro de Cáncer Kimmel de la Universidad Johns Hopkins y profesor de biología celular en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.

"Este estudio también destaca el poder de la investigación multidisciplinaria del cáncer. Este proyecto reunió a la oncología médica, la biología celular, la inmunología y la ingeniería biomédica para entender la metástasis. Pudimos avanzar rápidamente en la investigación de inmunología e inmunoterapia gracias a una emocionante colaboración con Elizabeth Jaffee", detalló el especialista. La Dra. Elizabeth Jaffee es subdirectora del Centro de Cáncer Kimmel de Johns Hopkins.

El Dr. Ewald también sostuvo que, gracias al uso de perfiles moleculares y análisis computacionales desarrollados por el Dr. Joel Bader, profesor de ingeniería biomédica en el Instituto de Ciencias Biomédicas Básicas y el Instituto de Medicina Genética de la Universidad Johns Hopkins fueron capaces de mapear cada interacción molecular sospechosa entre las células inmunes y las células cancerosas. Dijeron que ya lograron identificar a las que probablemente provocan esa manipulación.


"Como se predijo, cuando bloqueamos estas señales inhibidoras, las células NK continuaron siendo los "buenos" y siguieron limpiando las células cancerosas", dice Ewald.

"Estamos entusiasmados de que este enfoque pueda ser usado para prevenir la formación de metástasis, y también estamos probando si este mismo enfoque podría ser usado para reactivar una respuesta inmune a una metástasis existente".

A su vez, los investigadores no descartaron que este proceso de antibloqueo que descubrieron con el mapeo pueda aplicarse a otros tipos de cáncer. Las inmunoterapias que se dirigen a las células NK también podrían ser usadas potencialmente junto con las inmunoterapias existentes que estimulan a las células T para combatir el cáncer.