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Encontraron a la madre del periodista de Clarín que estaba desaparecida

Tras dos días de intensa búsqueda, Martín Bidegaray dio con el paradero de su madre, Raquel Elena Yebne, de 73 años, que padece diabetes y problemas psiquiátricos.

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Raquel Elena Yebne está extraviada desde el miércoles. | Cedoc

Luego de una intensa búsqueda entre familiares y amigos apareció  Raquel Elena Yebne la mujer, de 73 años que había sido vista por última vez el miércoles en Bernardo de Irigoyen y Venezuela, ciudad de Buenos Aires. Su hijo el periodista de diario Clarín, Martín Bidegaray, fue el propulsor de la requisa que dio con la  su madre. 

Yebne, que padece diabetes y problemas psiquiátricos, estuvo dos días con paradero desconocido. "Es horrible, espantoso. Está la policía buscándola, pero no la puedo ubicar", había comentado compungido Bidegaray en diálogo con PERFIL. 

El periodista narró como se fueron sucediendo los hecho de la desaparición de su madre y como se enteró él, que nadie sabía donde estaba Raquel Elena. 

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"Me enteré el jueves a la mañana cuando llamé a su celular para preguntarle cómo estaba y me atendió un taxista. Él aparentemente la conocía ya que la había llevado varias veces", contó el cronista especializado en temas económicos.

A partir de ahí, el periodista comenzó a reconstruir el trayecto que hizo su madre (vive en Wilde) para poder ubicarla: "Se tomó un taxi para ir al centro, él le dice que no va al centro, entonces arreglan en que la deje en Avellaneda".

"Encima se olvidó los lentes y el celular en ese taxi, que retornó para devolverle sus pertenencias pero cuando llegó a la parada de Avellanda, le dijeron que se fue en otro auto", relató a este medio.

De todas maneras, buscó al otro taxista y lo encontró: "Le pide ir a Santa Fe al 1500, pero a mitad de viaje le dice que se baja en Bernardo de Irigoyen y Venezuela porque estaba gastando mucha plata. Desde ahí ya no tenemos más data".

Bidegaray explicó que su madre tiene paranoias y psicosis. "Tiene el delirio de que la quieren matar. Además, de repente se le mete algo en la cabeza y no se lo puede sacar. Ahora tenía psicosis del fin del mundo, dice que el mundo se acaba. Tratás de razonar con ella, pero no la sacás de ahí. Si la podés correr de eso razona bien. Sabe como se llama, su edad, documento, de qué trabajó, todo", comentó.

La mujer "estaba encerrada en su casa sin salir, estuvo seis días parapetada", narró su hijo. Y agregó: "Incluso puso candados y no me dejaba entrar, toqué timbre, me abrió un segundo y me dijo que estaba viva, pero me cerró rápido. Ese miércoles intervino un perito psiquiátrico y empezó a hacer un parte para pedir una internación".

"Me venía llevando bastante bien, pero este último año fue más complicado porque ella empezó a descuidar su salud, y yo me venía enojando por eso. Los médicos me contaron que dejó los medicamentos y me sugirieron internarla en un geriátrico. A partir de ahí empecé a negociar con mi mamá pidiendo que se interne", relató el periodista.

En esa línea, habló de los problemas que conlleva tratar de realizar la intervención: "OSDE dejó la orden de internación, pero esa prepaga no interna personas contra su voluntad, y según la Ley de Salud Mental mi mamá está lúcida. No es que no puede decir diez palabras o que no sabe su nombre, por eso esa ley dicta que en este caso estaría siendo internada contra su voluntad".

"Creo que se escapó porque tiene miedo de que la internemos", aseguró, y añadió: "Obvio que la adoro, es lo mejor que tengo. Es una mujer excelente", cerró Bidegaray