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8 DE MAYO

Día Mundial contra el cáncer de ovario: el más silencioso y letal de todos

El mundo entero recuerda y advierte este sábado sobre la necesidad de las precauciones y controles para prevenir el cáncer de ovario, considerado como el más traicionero ya que suele diagnosticarse en estadios avanzados. Los síntomas y estudios que permiten abrir los ojos a tiempo. Galería de fotos

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cancer ovario | shutterstock

Por iniciativa de las mujeres que pasaron por eso y de sus familiares, el 8 de mayo se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Ovario, fecha que intenta concientizar sobre esta enfermedad que sin síntomas específicos, suele diagnosticarse en etapas avanzadas.

El cáncer de ovario es el segundo tumor ginecológico más letal, tanto en Argentina como en el resto del mundo.

Según una investigación realizada por la Organización Mundial de la Salud, entre el 2 y el 8 de abril de 2020, durante la pandemia de coronavirus las consultas ginecológicas se redujeron un 97% y el número de pacientes que iniciaban tratamientos específicos disminuyó 72%.

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Durante la pandemia de coronavirus, las consultas ginecológicas se redujeron 97%

 

Sin embargo, el cáncer de ovario es una enfermedad que puede combatirse más exitosamente, si se detecta en forma precoz.

A las alternativas tradicionales de tratamiento (cirugía, quimioterapia, radioterapia e incluso terapias hormonales), en los últimos años se sumaron también las “terapias dirigidas”, con menos efectos adversos y más eficaces en algunas variantes tumorales.

 

¿Cuándo abrir los ojos?

 

La mayor cantidad de cánceres de ovario asoma luego de la menopausia. La variante más difundida de este tipo de cáncer es el carcinoma epitelial (el 85% de los casos). Se desarrolla a partir de las células de la capa externa del ovario y es más frecuente a partir de los 50 años.

Sin embargo, lejos está de ser la edad y el dosaje hormonal el único desencadenante. Los antecedentes familiares es lo primero que debe mirarse: concretamente si en el grupo hay madre, abuela o hermana con cáncer de ovario o mama;  e incluso un padre o hermano que tengan o hayan tenido cáncer de próstata o páncreas.

La obesidad no es buen cuadro clínico para muchas enfermedades y esto también rige para el cáncer. 

Por último -y aquí es donde más se despliega la riqueza de las últimas investigaciones-, la predisposición genética cumple un rol importante para que el cáncer se active.

El tumor epitelial seroso es el más frecuente y, cuando se diagnostica, ya tiene un volumen superior a 10 cm. Aproximadamente el 20% de los tumores serosos se presentan con una mutación del gen BRCA. Estas siglas provienen de la expresión en inglés “breast cáncer” (cáncer de mama).
Los genes BRCA1 y BRCA2 inhiben los tumores malignos, pero si mutan, cambian, se deforman, no logran correctamente esa inhibición.
Hoy se sabe que los genes BRCA1 y BCRA2 mutados predisponen tanto al cáncer de mama como al de ovario. 

 

Cáncer y mutación genética

 

Investigaciones recientes comprobaron que las mujeres con mutaciones de los genes BRCA1 y BRCA2 tienen hasta un 54% más probabilidades de contraer la enfermedad que otras sin esa mutación. 
El avance de la medicina permite contar con herramientas que hace 10 o 20 años no se tenían. Por ejemplo, los tests para determinar la presencia de estos genes alterados. Vital para el abordaje temprano de la enfermedad tanto en mujeres como en el cáncer masculino de próstata. 

Todas las mujeres sanas con antecedentes familiares deberían hacer asesoramiento genético para prevención. Y todas las mujeres con cáncer de ovario, aun sin antecedentes familiares, también deberían buscar un asesoramiento genético ya que existen hoy día terapias dirigidas que pueden mejorar considerablemente el pronóstico de la enfermedad”, recomienda el Dr Santiago Bella, Presidente de la Asociación Argentina de Oncología .

Los tratamientos varían según el estadio del cáncer, el estado físico de la paciente, el peso y otras variables que evalúa el médico. Recientemente se aprobó en la Argentina, una nueva terapia dirigida que ataca las células cancerígenas que tienen AR-3221-0421 

 

Enemigo silencioso


A diferencia del cáncer de cuello de útero, que se puede detectar de manera temprana por medio del papanicolau (PAP) y la colposcopía, no existen pruebas para el diagnóstico precoz del cáncer de ovario.

El cáncer de ovario comienza a emitir señales en estadios avanzados de la enfermedad, porque no presenta síntomas específicos. Sin embargo, como la mejor defensa es el ataque hay cosas que las mujeres podemos ir mirando/controlando, porque son alarmas visibles en todas las etapas de un cáncer. A saber:

Dolor abdominal o pélvico. 
Sangrado Vaginal 
• Constipación 
• Distensión abdominal 
Diarrea 
Fatiga 
• Necesidad de orinar con frecuencia 

El aumento de la circunferencia abdominal, las náuseas, la hinchazón generalizada, tener poco apetito y dispepsia son síntomas de alerta cuando la enfermedad se encuentra en un estado avanzado. 

Con un buen barbijo, hay que acercarse a algún centro médico, contar lo que pasa y pedir chequeos.


Ciencia con conciencia

 

La compañía biofarmacéutica AstraZeneca, cuya sede central se encuentra en Cambridge y trabaja con la Universidad de Oxford en la producción de una vacuna contra el Covid-19, desarrolló una campaña global de visibilización y concientización contra los cánceres ginecológicos, incluido el de ovario, el más ladino y silencioso de todos. 

Con el lema “Nueva normalidad, mismo cáncer” quiere llamar la atención de las pacientes con cáncer -o de quienes albergan sospechas en esa dirección-, para que vuelvan a los consultorios, a pesar de la pandemia. Sí, el cáncer no puede ponerse en la cola de espera, detrás de la pandemia.

Si se ve alguno de los síntomas enumerados, no hay que perder tiempo. Con un buen barbijo, hay que acercarse a algún centro médico, contar lo que pasa y pedir chequeos específicos.


El cáncer de ovarios en cifras 


En Argentina se detectan, cada año, 125.000 casos nuevos de cáncer tanto en hombres como mujeres. Nuestro país ocupa el séptimo lugar en Latinoamérica. 

Según las últimas estimaciones realizadas por la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC) en base a datos mundiales del año 2018, Argentina presentó una tasa de incidencia de 212 casos por 100.000 habitantes (considerando ambos sexos y todos los tipos de tumores, a excepción de piel no melanoma).

En esa cifra, 21.558 correspondieron a cánceres de mama, el de mayor incidencia (73 casos cada 100.000 mujeres); 11.600 a tumores de próstata (42 p/100.000 varones). Entre ambos se ubica, el cáncer colo-rectal, que afecta a 31 pacientes por cada 100.000 personas. Todas las variantes de tumores ginecológicos sumaron 9226 nuevas pacientes sólo en ese año.

 

MM