Desde que supo que el desierto del Sahara, en el continente africano, fue en algún momento una pradera verde con pastos, lagos y bosques, Anthony Romilio, un inquieto biólogo molecular australiano no paró de moverse e investigar. Fascinado por los dinosaurios y otras especies extintas, Romilio participó en varias investigaciones sobre el tema, pero hoy es noticia porque la Universidad de Queensland, acaba de publicar un pequeño volumen en donde Romilio revela algo que nadie había notado. La pintura conocida como “Ocas de Meidum” dibuja gansos que ya no existen más.
Desde que la bellísima pintura fue descubierta en 1871 por el francés Françoise Auguste Ferdinand Mariette se dijo que esos gansos, tan perfectos, pertenecían a la especie de pecho rojo, Branta ruficollis, que proliferan en el norte de Siberia, pero que los fríos del invierno las hacen migrar hasta Medio Oriente y el sur del Mar Caspio. Sin embargo, Romilio lo niega rotundamente.
Las ocas en detalle
El friso denominado “Ocas de Meidum” se fechó entre los años 2.613 a.C. y 2.498 a.C., y fue realizado durante la IV dinastía del Antiguo Egipto. Estaba en la mastaba número 16”. Mide apenas 27 cm de altura, pero tiene una longitud de 172 cm.
En el friso de estuco, están representadas seis ocas de perfil, organizadas en dos grupos simétricos, sobre un fondo azulado. Muestra a los animales erguidos, mirando en direcciones opuestas y con mansedumbre. El cuerpo de las ocas abunda en detalles de plumas grises y rojas, colores que los artistas obtuvieron utilizando malaquita, azurita y óxido de hierro.
Este mural muestra un clima muy diferente a la agitación de gansos que representa otra pintura que también integra el cuadro de honor del arte egipcio, la Escena de caza de la Tumba de Nebamun, que Romilio también está estudiando, aunque su original se encuentre en el Museo Británico.
"Ocas de Meidum" se encontró durante las excavaciones arqueológicas realizadas en la necrópolis de Meidum. En el extremo de la "mastaba número 16", de la necrópolis de Meidum, y correspondía a Nefermaat y su esposa Atet.
Nefermaat era un noble, hijo del faraón Snofru. Aunque perteneciera a la mayor casta política y social del Imperio Antiguo, no tiene que extrañar que las pinturas que acompañaron su tránsito hacia el más allá representen actividades de la vida cotidiana y abunden en escenas agrícolas y de caza. Las aves, particularmente eran un motivo pictórico muy recurrente.
Luego del descubrimiento francés, el egiptólogo británico William Matthew Flinders Pretrie, corroboró los dichos de Mariette, pero ambos se equivocaron respecto a la especie del animal. Estos gansos que fueron pintados hace casi 4.500 años no son lo que hasta ahora se dijo que fueron.
"La pintura, Ocas de Meidum, ha sido admirada desde su descubrimiento en el siglo XIX y fue descrita como la 'Mona Lisa' de Egipto. Al parecer, nadie se dio cuenta de que representaba una especie desconocida. La licencia artística podría explicar las diferencias con los gansos modernos, pero las obras de arte de esta necrópolis tienen también representaciones extremadamente realistas de otras aves y mamíferos", detalla Romilio en su publicación.
Esta cultura no emergió del monótono desierto de arena que hoy lo rodea, sino un Sahara verde, hoy casi inimaginable.
Romilio dijo que no se habían encontrado huesos de gansos de pecho rojo (Branta ruficollis) en ningún sitio arqueológico egipcio. "Curiosamente, se han encontrado huesos de un pájaro similar pero no idéntico en Creta. Desde una perspectiva zoológica, la obra de arte egipcia es la única documentación de este ganso con patrones distintivos, que ahora parece estar globalmente extinto".
Romilio dijo que los animales extintos se habían identificado previamente en el arte antiguo, pero no todas las especies habían sido confirmadas científicamente. "Apliqué los criterios taxonómicos de Tobias (delimitación de especies) al ganso, junto con otros tipos de gansos en el fresco", dijo. "Este es un método muy eficaz para identificar especies, utilizando medidas cuantitativas de las características clave de las aves, y refuerza enormemente el valor de la información para la ciencia zoológica y ecológica", agregó.
“El trabajo artístico del Antiguo Egipto representa abundancia de vida en tumbas y templos. Despliega animales que coexistían hace miles de años. Mientras que algunos se parecen bastante a los patrones estéticos de las especies modernas, otros difieren de los animales modernos. Fueron esos diferencias el resultado de licencias artísticas o proveen un record visual de animales ahora desaparecidos”, escribe el experto en dinosaurios en la presentación de su nuevo volumen, que comercializa Amazon.
“Una guía de los animales extinguidos en el Antiguo Egipto”, breve fruto en 46 páginas de una investigación de años, especula que varios animales delineados en el arte de ese viejo imperio africano pueden representar una taxonomía desconocida, ahora extinta, que no fueron confirmadas científicamente. Reconstruirla a través de las hermosas pinturas egipcias será el desafío futuro.
Esta nueva metodología apenas abre un nuevo recorrido a la investigación moderna. El original de Ocas de Meidum se exhibe en el Museo de Antigüedades Egipcias de El Cairo. El Museo Británico también expone una copia.