La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) explicó en la noche de este domingo 5 de septiembre, mediante un comunicado oficial, su versión de la sucesión de hechos que tuvieron lugar desde el viernes por la mañana hasta la suspensión del clásico entre Argentina y Brasil, en San Pablo.
En el escrito, ANVISA sostuvo que los cuatro futbolistas albicelestes Emiliano Martínez, Giovani Lo Celso, Cristian Romero y Emiliano Buendía falsificaron sus declaraciones juradas y estuvieron en conocimiento de la situación desde su arribo a San Pablo. "Los jugadores ingresaron a Brasil a las 8 de la mañana del 3 de septiembre proporcionando información falsa", aseguraron desde la Agencia.
En esa línea, detallaron además que hoy por la mañana notificaron a la Policía Federal, y "realizaron gestiones hasta el inicio del juego" con apoyo policial, con el objetivo de que se cumpliera la medida de cuarentena "su inmediata segregación y transporte al aeropuerto", al tiempo que aclararon que "la decisión de interrumpir el juego nunca fue competencia de la Agencia".
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El comunicado completo
Desde la tarde del sábado (9/4), ANVISA, en una reunión realizada con la participación de representantes de CONMEBOL, CBF y la delegación de la Argentina recomendó la cuarentena de los cuatro jugadores argentinos, antes de confirmar que los jugadores proporcionaron información falsa y lo hicieron de manera inequívoca. Incumplió con la Ordenanza Interministerial No. 655 de 2021, que establece que los viajeros extranjeros que hayan pasado por Reino Unido, Sudáfrica, Irlanda del Norte e India en los últimos 14 días tienen impedimento para ingresar a Brasil.
Este domingo por la mañana, Anvisa llamó a la Policía Federal para que se adopten de inmediato las medidas en el ámbito de la autoridad policial. En el ejercicio de su misión legal, Anvisa ha perseguido, desde el principio, el cumplimiento de la legislación brasileña, que, en este caso, se limitó a la segregación de los cuatro actores involucrados y la adopción de las medidas sanitarias correspondientes.
Desde el momento en que tuvo conocimiento de la situación irregular de los jugadores, el mismo día de la llegada de la delegación, Anvisa comunicó el hecho a las autoridades de salud brasileñas, a través del CIEVS, el Centro de Información de Vigilancia Estratégica en Salud.
En virtud de esta comunicación, incluso en la tarde del sábado, se llevó a cabo la reunión antes mencionada en la que participaron el Ministerio de Salud, la junta estatal de salud de São Paulo, representantes de la CONMEBOL, CBF y la delegación Argentina. En ese encuentro, Anvisa, junto con la autoridad sanitaria local, determinó, durante el transcurso del encuentro, la cuarentena de los jugadores.
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Cabe aclarar que los jugadores ingresaron a Brasil a las 8 de la mañana del 3 de septiembre, proporcionando información falsa. El mismo día, Anvisa identificó que la información era falsa e incluso en la noche del 3 de septiembre, Anvisa notificó al CIEVS, actualizó a las autoridades de Salud (Ministerio de Salud y Departamento de Salud de São Paulo)
El 4 de septiembre, a las 5 de la tarde, se realizó una reunión con las instituciones involucradas, en la que Anvisa y la autoridad de salud de São Paulo informaron la contingencia de cuarentena. Sin embargo, incluso después del encuentro y comunicación de las autoridades, los jugadores participaron en los entrenamientos de la noche del sábado.
Este domingo por la mañana, Anvisa notificó a la Policía Federal, y hasta el inicio del juego, realizó gestiones, con apoyo policial, para hacer cumplir la medida de cuarentena impuesta a los jugadores, su inmediata segregación y transporte al aeropuerto. Los intentos se vieron frustrados, desde la salida de la delegación del hotel, e incluso por un tiempo considerable antes del inicio del juego, cuando Anvisa tuvo su actuación pospuesta ya en las instalaciones del estadio Itaquera.
La acción de Anvisa, en definitiva, se limitó a buscar el cumplimiento de las leyes brasileñas, que se limitarían a la segregación de jugadores y sus respectivas multas. La decisión de interrumpir el juego, en este caso, nunca fue competencia de la Agencia. Sin embargo, la selección de jugadores que no cumplieron con las leyes brasileñas y la normativa sanitaria del país, e incluso entregaron información falsa a las autoridades, eso sí, requirió la actuación de la Agencia Estatal, en tiempo y forma.