Solo dos embajadores políticos, de esos que suelen ocupar plazas diplomáticas claves por voluntad directa del Presidente de la Nación, salieron a respaldar en público a Alberto Fernández en las últimas horas y en medio del sacudón que vive la Rosada. Ambos, ex gobernadores, que eligieron Twitter para expresarse en sintonía con otros dirigentes de la coalición: Daniel Scioli, actual embajador en Brasil, y Domingo Peppo, desde Paraguay. Apenas ellos entre una veintena de dirigentes designados al frente de misiones por el mundo.
“Quiero destacar mi apoyo al alto sentido de la responsabilidad del presidente @alferdez en la tarea que le encomendó el pueblo argentino: unidad en la diversidad.”, posteó en su cuenta en las redes sociales el ex motonauta. Y añadió: “Es momento de pensar en nuestro país, las dificultades que atravesamos y seguir con la esperanza de un futuro mejor”.
En el entorno de Scioli cuentan que el hoy embajador en Brasilia le envió, incluso, un mensaje directo al Presidente, preocupado por la situación. Poco antes se había comunicado con Buenos Aires para tener una impresión de primera mano del clima que se vivía en la Rosada. “Se corta con una hoja”, le describieron, y entonces se decidió a sentar posición por el “afecto que siente por Alberto”.
“Mi apoyo al alto sentido de la responsabilidad del presidente @alferdez en la tarea que le encomendó el pueblo argentino: unidad en la diversidad”
Scioli mantiene un diálogo casi diario con Fernández. Cruzan mensajes. De vez en cuando, coinciden en algún acto al cual se conecta el embajador desde Brasil. Scioli suele escribirle para reunirse cuando está en la Ciudad. Al enterarse ayer que algunos referentes del Frente de Todos iban a tuitear, no lo dudó. Procuró mantener el tono diplomático y hacer foco en la “responsabilidad” por sobre las divergencias partidarias. Scioli nunca dejó de tener un pie en Buenos Aires aunque hoy atiende en Brasilia.
El otro embajador que intervino desde las redes, en público, fue Peppo, el ex gobernador chaqueño. “Quiero expresar mi total apoyo al presidente de todos los argentinos @alferdez”, subió a sus redes. “El país está en pleno proceso de reconstrucción, un país al que nuestro Presidente encontró en una situación desbastada (sic), endeudado y con problemas de todo tipo, sumado a esto una pandemia mundial”, añadió luego.
“Es momento de estar unidos y trabajando comprometidos con el modelo de país que queremos y que votaron los argentinos”, cerró en un segundo mensaje. Peppo ya se había manifestado sobre las elecciones con una serie de tuits, en una línea similar, días antes. Hasta donde pudo saber PERFIL, también hubo consultas previas con sus allegados en Argentina dado el lugar que ocupa ahora, como diplomático. El tuit del gobernador tucumano Juan Manzur lo terminó de convencer.
“Es momento de estar unidos y trabajando comprometidos con el modelo de país que queremos y que votaron los argentinos”, tuiteó Peppo
“Hoy más que nunca debemos preservar la unidad de gobierno y del peronismo. Por esto hay que apoyar al presidente en los cambios que disponga para que todos juntos volvamos al camino de unidad, de estabilidad política, social y económica que Argentina necesita para salir adelante”, posteó el mandatario provincial. Dicen que Peppo piensa muy similar sobre la necesidad de consolidar la conducción política del Presidente frente a la compleja realidad que constituye hoy el Frente de Todos. Una heterogeneidad que no es más que la proyección natural del ADN peronista.
Entre el resto de los embajadores políticos no hubo pronunciamiento, al menos en público, ni siquiera por parte de los más cercanos al Presidente. Otros suelen llegar a esas misiones como parte de acuerdos políticos, como gesto de concordia o quizás como parte del otro lado de la grieta que divide hoy al gobierno. Los hay más y menos tuiteros. Incluso, algunos de ellos tuitearon ayer sobre sus actividades o dieron RTs a sus familiares pero nada referido a lo que acontecía en Buenos Aires. Alguno, como el embajador ante el Mercosur, Mariano Kestelboim, retuiteó hoy el mensaje del propio Fernández.
Los hay más y menos tuiteros. Incluso, algunos de ellos publicaron sus actividades o dieron RTs a sus familiares pero nada sobre Buenos Aires.
Los que pudo contactar este medio argumentaron que su actual posición los obliga a mantenerse al margen de las disputas políticas en casa, a cientos, cuando no miles, de kilómetros de sus funciones. Otros hablaron de prudencia. No faltó quien dijo que se comunicó en privado con el jefe de Estado, de forma más sutil. En rigor, hasta el canciller Felipe Solá prefirió no expedirse sobre el tema. Guardó silencio en público y en las redes aunque estuvo en la Casa Rosada cuando el mandatario convocó a una reunión a los no renunciantes de su gabinete.
Por lo que cuentan, las olas no alcanzaron ayer y hoy al edificio de Arenales y Esmeralda, habituado a resistir algún que otro tsunami cada tanto. Al contrario, describen el humor reinante como afable, mientras se desencadenaba la tormenta a unas cuantas cuadras de distancia.