Para los técnicos del INTA, la disponibilidad de agua es un elemento clave que contribuye al desarrollo normal de los cultivos de la huerta para obtener de ellos buenos rendimientos.
Según Francisco Pescio técnico del INTA Pro Huerta, “el verano es una época en la que la demanda de agua es fundamental, tanto por las altas temperaturas como por el consumo de las plantas”, especificó el técnico. Y advirtió que, si no se puede garantizar el agua de riego, "es muy posible que tengamos cosechas muy pobres, por lo que contar con agua es esencial para la huerta en verano".
Una planta de tomate en activo crecimiento puede consumir alrededor de 20 litros de agua por día.
Para abastecer esta demanda, detalló una serie de estrategias que permiten conservar la humedad del suelo: recolección de agua de lluvia, sistemas de riego por goteo y el uso del mulch o cobertura vegetal.
En el caso de huertas urbanas ubicadas en terrazas, techos, patios u otros espacios con piso de material, la temperatura en pleno diciembre o enero, puede ser superior a los 50 ºC. En estos casos, Pescio recomendó utilizar algún tipo de cobertura o sombreado como las telas de media sombra, con coberturas al 50%. Algunos cultivos como la lechuga se ven seriamente afectadas por las altas temperaturas y fuerte irradiación.
Tiempo de cosecha
El especialista destacó que el verano es la época con mayor aporte a la producción anual de la huerta. Mientras que algunas especies se cultivan a finales de temporada, como los zapallos o los pimientos, hay cultivos que se encuentran en plena producción a partir de diciembre, como las acelgas, zapallitos de tronco, zucchinis, tomates, pepinos, entre otros.
En esta época del año, los cultivos de verano ya fueron implantados y para algunas especies, como maíz o zapallo, ya está avanzando la temporada de cultivo. Sin embargo, –recordó Pescio– hay especies y variedades de ciclo corto que se pueden incorporar como las variedades de lechuga adaptados a ciclo veraniego o tomates de crecimiento determinado.
Amenazas
Debido a las altas temperaturas y humedad, pueden aparecer, como los insectos dañinos, hongos y malezas, especialmente si hay buen riego. En esos casos, es necesario realizar un seguimiento diario de las plantas, de manera de identificar posibles problemas.
En algunas especies, como el tomate, esto puede ser particularmente problemático y por ello es considerado un cultivo relativamente “difícil”, no tanto por su fácil y rápido crecimiento, sino por la gran cantidad de adversidades que suele presentar. En este punto, Pescio recomendó acudir a los especialistas, leer materiales de consulta disponibles online –como el libro “Mi casa, mi huerta”.