Fútbol y corrupción

Chiqui Tapia botón

Claudio Fabián. “Tapia basura. Planta permanente en el Ceamse”. Foto: prensa AFA

Botón de muestra. Uno más en la manga de responsables. El saqueo de una pasión transmitida entre abuelos, padres, hijos, con historias, personajes, leyendas, maestros, amasada en potreros, barrios, clubes, se inició durante la dictadura. El criminal almirante Carlos Lacoste, a cargo del mundial 78, hincha de River que dejó una deuda monumental por sobreprecios en las construcciones de los estadios, en 1979 concedió el poder de la AFA a Julio Grondona, presidente de Independiente. Desde ese sillón,  Grondona apadrinó el armado de una “familia” mafiosa. Con favores, viajes, cargos, prebendas, compro dirigentes, extendió su administración fraudulenta a la FIFA. De no estar muerto, estaría preso.

“En el País de nomeacuerdo” que describió María Elena Walsh, hay que insistir en hacer memoria. El banco suizo Julius Baer (BJB) admitió ante un tribunal de Nueva York que depositó treinta millones de dólares en coimas a nombre de “Don Julio”, como le lamían algunos periodistas. Veinticinco millones fueron transferidos a sus hijos. Alejandro Burzaco, Torneos y Competencias (TyC ), Jorge Luis Arzuaga, ejecutivo del banco, confesaron a cambio de celda por tobillera. Es sólo una parte de lo que se logró probar. Cada noche, los cómplices sobrevivientes besan el anillo donde el Capo hizo grabar: “Todo pasa”.

Los árbitros tocan el pito del poder. Como Arsenal de Sarandí con Grondona,  Barracas Central ascendió de la B Nacional a primera con Tapia. El estadio de Arsenal, construido por los coimeros, se llama Grondona. El de Barracas, Claudio “Chiqui” Tapia. Con Grondona ascendieron diez equipos, diez votos más en las elecciones. Tapia dijo que quería sólo veinte en primera, pero eliminó los descensos en pleno torneo para mantener los treinta.

Tapia basura. Planta permanente en el Ceamse desde que era empleado en una empresa vinculada a su entonces suegro, Hugo Moyano. Por pactos entre Moyano, Rodríguez Larreta, Diego Santilli, fue vicepresidente. En 2023 pidió el voto para Massa. De acuerdo con Kicillof, a fines del año pasado llegó a presidente del Ceamse. ¿Trabaja ahí? ¿Cuándo? ¿Repartió cargos que dieron votos en la AFA? Bienes, fortunas, viáticos, en blanco.

Reciclado, Tapia calla. Contrata la recolección de residuos en la AFA. No explica su relación con Ariel Vallejo, de Sur Finanzas, empresa de lavado, barrido, limpieza. El secretario del Tribunal de Ética de la AFA, Pablo Caruso advirtió en su momento que en la gestión “hay transparencia cero”. Borró del predio de Ezeiza el nombre del muerto Grondona, ignoró el del muerto Maradona, eligió el de Messi, que lo mantiene vivo. Oficina de lujo en el predio, otra en un octavo piso de Miami. En todas cuelga su foto con las copas que ganó la Selección.

La AFA hace jueguito con las reglas. Consagra campeón a Rosario Central. El festejo de un título legítimo dura cada vez menos. Importa más clasificar a las copas, Libertadores, Sudamericana, donde se recauda en moneda fuerte. “Los dueños de los clubes” pagan cuotas mensuales, abonos, entradas, “trapitos”, el peaje de “los barras”. Las divisiones inferiores apuran la formación de pibes para exportación. Representantes, entrenadores, dirigentes, supuestos periodistas, los que participan del negocio, promueven la venta al exterior de las nuevas “joyas”. Cuando se venden jugadores por millones, no hay un mísero beneficio para los socios.

Si se ha visto a José López revolear bolsos en un convento, a Insaurralde en el yate, se conocen los bienes de Lázaro Báez, de los Kirchner, se escuchan ahora los testimonios en los juicios por sobreprecios, sobornos, la confesión de los empresarios que pagaban coimas, de funcionarios que las recibían, de los secretarios que se la llevaban al sur, si bien se sabe, se reconoce, se acepta al fin que nunca, nadie, robó tanto, es posible comprender porque el fútbol, en manos de una banda de delincuentes que tiene su propia Justicia, sin control del Estado, sin fiscales independientes, también huele tan mal desde hace años.

La corrupción hace mierda todo lo que toca.

*Escritor y periodista.