Escenario 2026: cómo podrían evolucionar las economías provinciales tras las elecciones
Un reciente informe analiza el escenario que enfrentarán las economías provinciales argentinas tras las elecciones legislativas y plantea un mapa posible para 2026.
Un reciente informe de la Fundación Mediterránea analiza el escenario que enfrentarán las economías provinciales argentinas tras las elecciones legislativas de 2025 y plantea un mapa posible para 2026. El documento señala que su objetivo es “plantear un posible escenario para las economías provinciales argentinas luego de las elecciones presidenciales de 2025”, tomando en cuenta el nuevo contexto macroeconómico y “los factores que históricamente han marcado las diferencias entre provincias”: estructura productiva, inserción exportadora y dependencia de fondos nacionales.
Tras los comicios de octubre, el país transita una etapa de mayor estabilidad. Según el informe, “el escenario nacional muestra una mayor estabilidad política y una reducción en la incertidumbre macroeconómica”, lo que generó un clima más favorable para la inversión y el crédito, con “tasas de interés en descenso y una moderada recuperación del consumo y la producción”.
Un paralelismo con el post-Tequila
El análisis establece un puente con lo ocurrido luego de la crisis del Tequila. Según el documento, el panorama actual “guarda similitudes con la etapa posterior a la crisis del Tequila (1995)”, cuando el país vio ingresar capitales externos, una baja del riesgo y un repunte de la actividad.
En aquel período, “los sectores más dinámicos fueron los más intensivos en capital: minería, servicios públicos (electricidad, gas y agua) y el sector financiero”, que crecieron ampliamente por encima del promedio. En contraste, “los sectores ligados al mercado interno —industria, comercio y construcción— exhibieron caídas más profundas durante la crisis y una recuperación posterior más lenta e incompleta”.
El informe también señala diferencias relevantes con aquel momento: “el dólar, que en términos reales se encuentra en un valor más elevado”, lo que mejora la competitividad exportadora, y el hecho de que “la inflación aún no ha alcanzado niveles bajos y estables”, lo que condiciona la previsibilidad.
Qué enseñan los datos provinciales
Aunque las estadísticas provinciales de aquella etapa son escasas, el documento remarca que “las provincias argentinas suelen seguir la tendencia nacional, diferenciándose según la evolución de sus sectores exportables y su grado de dependencia de fondos nacionales”. A partir de información no sistematizada, el trabajo sostiene que “la mayoría de las provincias registró una caída de su PBG en 1995, con excepción de algunas vinculadas al petróleo y la minería”.
A partir del nuevo panorama nacional, el informe identifica tres grupos de provincias según su desempeño esperado:
-Base productiva diversificada: serían las que “acompañarían la mejora nacional, con un crecimiento moderado y sostenido”.
-Alta dependencia fiscal: avanzarían “a un ritmo más lento, afectadas por la reducción de transferencias discrecionales”, aunque compensadas por “una mayor recaudación coparticipable”.
-Sectores intensivos en capital: exhibirían “los mejores resultados”, impulsadas por inversiones en minería, petróleo, energía y servicios financieros, con Neuquén entre los casos más representativos.
En comparación con los últimos dos años, el informe destaca que “las perspectivas para 2026 son algo más favorables”. La mejora financiera y la mayor previsibilidad podrían “extender la reactivación a un número mayor de jurisdicciones, reduciendo las brechas regionales”, aunque las diferencias estructurales “persistirán, limitando la convergencia plena entre regiones”.
Hacia un crecimiento moderado y heterogéneo
El documento concluye que “las provincias argentinas suelen acompañar la tendencia nacional” y que, en un marco de mayor certidumbre, “se prevé una recuperación gradual y más firme que en años previos”. Las que cuentan con sectores intensivos en capital concentrarán “las mayores oportunidades”, mientras que las más dependientes de fondos nacionales avanzarán “con mayor lentitud, en un contexto nacional de disciplina fiscal”.
En conjunto, el mapa provincial se encaminaría hacia una etapa de “crecimiento moderado y heterogéneo, con mejores condiciones financieras y mayor previsibilidad para la inversión”.
FG/DCQ