Deuda

Tras canje exitoso, analistas prevén una negociación "mas calma" con el FMI

Creen que la negociación se cerrará en 2021. Se irá por un Acuerdo de Facilidades Extendidas que contempla plazos de hasta 10 años, pero exige reformas. Habría que pedir dinero al organismo.

Martín Guzmán sobre el acuerdo de reestructuración de la deuda Foto: CAPTURAS TV

El gobierno argentino anunció este lunes 31 que logró reestructurar el 99% de la deuda en moneda extranjera bajo ley internacional, lo que los analistas calificaron como un “buen resultado”  porque deja “un perfil de vencimientos muy liviano” hasta 2025, y es el  “puntapié inicial” para encarar el nuevo desafío por delante que es la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). 

Sobre la adhesión cosechada en el canje, Matías Rajnerman, de Ecolatina, evaluó a PERFIL que “el resultado es bueno, pensando en la quita  alcanzada, y que se pudo reestructurar casi todo, quedaron US$600 millones afuera, que es 0,2% del PBI, prácticamente nada, alrededor de la mitad de las divisas que vendió el Banco Central en agosto para contener el tipo de cambio, y es un buen puntapié para empezar a hacer las cosas que de una u otra manera hay que hacer”.

Guido Lorenzo, de LCG, señaló que el canje logró una “adhesión alta, es una muestra que hiciste una buena oferta para los acreedores”, aunque se preguntó: “¿Es bueno eso? No sé; si entró el 93% y lo llevaste vía CACs al 99% no ofreciste mucho? Es sostenible?"

Por su parte, Federico Furiase, director de Eco Go, destacó que “el 99% de adhesión al canje deja un perfil de vencimientos con el sector privado muy liviano hasta 2025, que deja aire para hacer una consolidación fiscal viable, en el marco de un nuevo acuerdo con el FMI; condición necesaria para que el nuevo perfil de deuda sea sostenible”.

El gobierno anunció que se reestructuró el 99% de deuda soberana

Cerrado con éxito el capítulo de la deuda con los acreedores internacionales, el foco del mercado ahora está puesto en la negociación con el FMI. Los analistas prevén que esa negociación será “sinuosa” pero “más sencilla y calma” que acordar con los bonistas, y estimaron que podría demorar varios meses, dado que la mayoría vislumbra que se optará por encarar un Acuerdo de Facilidades Extendidas (EFF por sus siglas en inglés) que además del cumplimiento de metas cuantitativas, exige reformas estructurales, pero contempla plazos de entre 4 y 10 años, mientras que un programa stand by -que fue la modalidad que se firmó a mediados de 2018- dura entre 1 y 3 años.

“Hay varias razones que apuntan a que la negociación será sinuosa y podría extenderse más de lo que es conveniente para la macro:  las elecciones en Estados Unidos podrían jugar algún rol en los tiempos; todos los caminos conducen a un programa de Facilidades Extendidas, que exige reformas estructurales y podría generar un retraso en las negociaciones;  las críticas del Gobierno al último programa stand by podrían anticipar varios puntos de desacuerdo;  las experiencias recientes de EFF indican que, en promedio, pasaron poco más de 3 meses desde que finalizó la primera misión y la aprobación final del programa, por lo que parece difícil que el acuerdo se cierre antes de diciembre”, analizó un informe de Consultatio Plus.

El financista Christian Buteler opinó ante PERFIL que “era más difícil cerrar con los bonistas privados que con el FMI porque con los acreedores había distintos actores , si bien la negociación con el Fondo no va a ser un trámite tampoco creo que sea tan desgastante como lo fue con los bonistas privados, no le va a pedir al país cosas imposibles de cumplir”.

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Rajnerman  juzgó que “será una negociación más calma que con los acreedores”, aunque avizora que “será una discusión de varios meses, y no se va a cerrar hasta 2021, y si se cierra en el primer o segundo trimestre dependerá si se negocia un  stand by o a un EFF”.

En ese sentido, Fernando Baer, de Quantum Finanzas, se inclinó a sostener que el gobierno irá por un EFF “porque le da más tiempo para cancelar la deuda por US$ 44.000 millones” que el país (en el marco del acuerdo  stand by firmado en 2018) “cuya mayor carga de vencimientos se concentra en 2022 y 2023”..

También el economista Fernando Marull especuló que “se firmaría un EFF para poder repagar el préstamo en 10 años”.

¿Que pedirá el FMI? Para los economistas, el organismo conducido por Kristalina Georgieva en materia fiscal aceptará una reducción gradual.   

Para Baer “el FMI por naturaleza va a pedir ajuste, pero no va a exigir déficit cero porque partis de un déficit de 8% este año, pedirá convergencia fiscal pero teniendo en cuenta el punto de partida a lo mejor en 2021 acepta un déficit de 4 puntos”.

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En materia de emisión monetaria, el analista cree que el FMI “va a poner el foco en las Leliqs, en tratar de ir desarmando ese esquema”, en tanto consideró que van a pedir “ir a una tasa de interés real positiva que es lo que necesitas para estabilizar la demanda de dinero”.

Marull concordó que el FMI solicitará “que se reduzca el nivel de la maquinita monetaria, algo de las Leliqs; impulsar las exportaciones, podría ser baja de retenciones para mejorar el tipo de cambio a los exportadores”, al tiempo que advirtió que si se negocia un EFF el FMI demandará a cambio reformas como  la impositiva, en el área previsional, y la laboral.

Fondos. El representante de Argentina ante el FMI, Sergio Chodos, aseguró que la intención no es pedir nuevos fondos netos al FMI, sino buscar un refinanciamiento de los vencimientos. Sin embargo, los economistas plantean que ante el deterioro de las reservas y el abultado déficit fiscal sería bueno solicitar dinero fresco al FMI porque ofrece “financiamiento barato”.

Al respecto, Baer, cree que “van a tratar de pedir algo porque no hay dólares, y no está visto como lo puedan generar, creo que van a tratar de conseguir algo el año próximo”.

En coincidencia, Marull, argumentó que “por más que el gobierno diga que no le van a pedir plata, posiblemente lo haga, dada la proyección de las reservas,y como en 2021 vas a tener déficit, vas a necesitar dinero, sino como lo va a financiar”.

 Lorenzo razonó que el gobierno “no va a querer pedir fondos por un tema ideológico, pero sería bueno que lo haga, es un prestamista barato, lo ideal es converger a un déficit de 3 puntos del PBI, y si no puede porque es un año electoral, entre emisión y pedirle guita al FMI prefiero esto último”.

Javier Timerman,de Adcap Securities, consideró que “el FMI va a hacer un gran esfuerzo en darle una oportunidad para que Argentina se acomode los próximos años sin ponerle una mochila de peso, si Argentina después de esta crisis tiene un déficit de 5% del PBI creo que el FMI estaría dispuesto a cubrir parte de eso y sería una buena solución para conseguir financiamiento barato y empujar a la economía a salir de donde está”.

En cambio, Rajnerman cree que “no va a hacer falta pedir fondos frescos al FMI sino extender un poco los plazos de pagos, los fondos frescos del FMI son en dólares, y el déficit es en pesos, y el gobierno está mostrando que lo cubre con emisión y con colocaciones de deuda en pesos”.