Ruptura de protocolo

Visita de León XIV a la Mezquita Azul en Estambul: un gesto propio que lo diferencia claramente del papa Francisco

El pontífice realizó una visita histórica a Turquía para conmemorar el 1700 aniversario del Concilio de Nicea, celebrado en el año 325 en la actual ciudad de İznik. Al ingresar, respetó la tradición de quitarse los zapatos y admiró el magnífico edificio otomano del siglo XVII.

El papa León XIV realiza una visita a la Mezquita del Sultán Ahmed, conocida como Mezquita Azul, en Estambul Foto: AFP

El Papa León XIV realizó una visita histórica a la Mezquita Azul, también conocida como Mezquita del Sultán Ahmed, en Estambul, durante la tercera jornada de su viaje apostólico a Turquía y Líbano, en una gira que tiene como objetivo fomentar el diálogo interreligioso y conmemorar el 1700 aniversario del Concilio de Nicea. A diferencia de su predecesor, el papa Francisco, quien en 2014 se detuvo frente a La Meca en oración silenciosa, declinó la invitación del muecín Askin Musa Tunca para rezar, explicando: 'Prefiero continuar la visita sin detenerme', y siguió recorriendo el templo.

Su gesto rompió con la tradición seguida también por Benedicto XVI en 2006, generando sorpresa y debate sobre si se trató de una decisión planificada o de una respuesta espontánea en el momento. Al mismo tiempo, el pontífice respetó otras costumbres islámicas: se descalzó al ingresar al templo y recorrió su interior durante unos 15 minutos, acompañado por autoridades locales, admirando las impresionantes cerámicas de İznik que decoran el edificio otomano.

Askin Musa Tunca explicó: "Le pregunté si quería detenerse para alabar a Allah y él respondió que no, que prefería continuar la visita". Según un comunicado del Vaticano, "el Papa vivió la experiencia en silencio, con recogimiento y profundo respeto por el lugar y por la fe de quienes allí rezan". Además de la Mezquita Azul, por la mañana el papa León XIV visitó la Iglesia Ortodoxa Siria de Mor Ephrem, destacando la importancia de la unidad cristiana.

Aunque el itinerario priorizó gestos ecuménicos cristianos con el Patriarca Bartolomé I en İznik, el viaje incluyó interacciones simbólicas con representantes musulmanes en Ankara y Estambul

El acto refleja un estilo más sobrio y reflexivo de León XIV, priorizando presencia simbólica sobre ritual compartido

En su primera jornada en Ankara, se reunió con autoridades políticas, representantes de la sociedad civil, el cuerpo diplomático y el presidente Recep Tayyip Erdogan, reforzando mensajes de diálogo interreligioso, convivencia y paz. Antes de trasladarse a İznik, participó en actos ecuménicos y continuó su agenda con líderes religiosos, incluyendo referencias al diálogo con el islam, en un contexto donde los cristianos representan apenas el 0,1% de la población.

Sobre el mediodía del viernes, se entrevistó y almorzó con el rabino jefe de la comunidad judía de Turquía y, más tarde, fue recibido por el patriarca ortodoxo Constantino I. El papa también visitó las ruinas del templo de Nicea, donde en el año 325 se aprobó el Credo niceno, que hoy sigue siendo recitado por millones de cristianos en todo el mundo.

Ahora, el domingo, partirá hacia el Líbano, segunda y última etapa de su gira internacional, donde permanecerá dos días en visitas y encuentros de carácter religioso y diplomático. Su regreso a Roma está previsto para la tarde del martes 2 de diciembre, completando así su primera gira internacional como pontífice.

Por qué el gesto del Papa León XIV rompe con la tradición de Francisco

El papa Francisco visitó la Mezquita Azul el 29 de noviembre de 2014 y sorprendió al mundo al rezar dentro del recinto, con las manos entrelazadas, los pies descalzos y la cabeza inclinada hacia La Meca. Aquella fue la primera vez que un Papa se veía rezar abiertamente en una mezquita, a diferencia de sus predecesores, como Benedicto XVI y Juan Pablo II, quienes solo guardaron silencio o permanecieron en recogimiento durante sus visitas.

Simultáneamente fue recibido por el Gran Muftí y participó en esta “adoración silenciosa” como un gesto de respeto y diálogo interreligioso, con un fuerte simbolismo para la relación entre cristianismo e islam y para la unidad entre diferentes confesiones. En aquella ocasión, el Papa afirmó sentirsemuy entristecido” por ciertas decisiones políticas de Erdogan, que habían tensionado seriamente las relaciones entre religiones en el país.

El Papa participó en actos ecuménicos y continuó su agenda de encuentros con líderes religiosos

A diferencia de Francisco y Benedicto XVI, el Papa León XIV decidió no detenerse en oración silenciosa hacia La Meca durante su visita. Con sello propio y estilo independiente, eligió recorrer el templo respetando la tradición de descalzarse, pero sin realizar la oración, marcando así un gesto diferente y propio dentro de la historia de las visitas papales.

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