OPINION

Deuda con propósito: la estrategia de las pymes para financiarse en el mercado de capitales

En un país donde el crédito bancario apenas alcanza el 15% del PBI, las PyMEs enfrentan obstáculos estructurales para financiarse. Sin embargo, el mercado de capitales aparece como una alternativa concreta para redefinir las estrategias de financiamiento en el entramado productivo.

Pymes Foto: FEBA

Para cualquier CFO (es la sigla en inglés para Chief Financial Officer, que en español se traduce como Director Financiero) que evalúe opciones de financiamiento en Argentina, hay dos dificultades que se imponen con claridad. Por un lado, la reducida dimensión del sistema financiero, con uno de los niveles de crédito al sector privado más bajos de América Latina.

Por otro, una fuerte asimetría de información entre las empresas y quienes podrían financiarlas, que termina traduciéndose en tasas más altas, plazos más cortos y condiciones más exigentes. A esto se suma un mercado con liquidez acotada y una alta percepción de riesgo, donde muchas PyMEs deben justificar su solvencia frente a inversores con poca información estandarizada a disposición.

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Ante este panorama, el mercado de capitales se posiciona como un canal cada vez más relevante.

Herramientas como los cheques de pago diferido, los pagarés bursátiles electrónicos y las facturas de crédito electrónicas permiten transformar activos comerciales en capital de trabajo bajo esquemas digitales, transparentes y con posibilidad de negociación abierta.

En muchos casos, el acceso al financiamiento sigue abordándose como una solución puntual ante una necesidad inmediata. Pero los instrumentos disponibles en el mercado permiten avanzar hacia una estrategia financiera integral, con enfoque de portafolio, diversificada, fiscalmente eficiente y adaptada a la realidad de cada empresa.

El punto de partida es claro: conocer en profundidad las herramientas disponibles, contar con asesoramiento especializado y repensar la articulación entre flujo operativo, inversión y endeudamiento.

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De cara al futuro, si la macro evoluciona favorablemente –con una estabilización del mercado cambiario y un mayor equilibrio en las tasas de interés–, se podría reducir la brecha entre instrumentos en pesos y en dólares, generando condiciones más previsibles.

Ese escenario permitiría, además, ampliar los plazos de colocación, mejorando la capacidad de las empresas para estructurar deuda que acompañe sus ciclos de inversión. Al mismo tiempo, se proyecta un aumento sostenido en el interés de los inversores institucionales por instrumentos PyME, en la medida que se consolide la trazabilidad de los activos y se amplíen los volúmenes operados.

Pensar la deuda como una herramienta estratégica, más que como un recurso de emergencia, se vuelve fundamental para las PyMEs que buscan escalar, invertir y consolidarse en un entorno desafiante pero lleno de oportunidades.

* Responsable de Financiamiento de Cohen Aliados Financieros