17 de mayo

Internet, la cultura asincrónica que revolucionó el mundo

Como sociedad, aún estamos en la punta del iceberg de todo lo que internet puede ofrecer al mundo laboral, porque el futuro del trabajo es remoto.

Día de internet. Foto: shutterstock

Las empresas y los colaboradores continúan descubriendo los beneficios de una modalidad que trae consigo ventajas significativas. La tecnología avanzó a pasos agigantados en los últimos años, motivo por el cual internet es, sin duda alguna, el catalizador más importante de nuestra época, ya que modificó gran parte de los aspectos de nuestras vidas. Enmarcados en una creciente conectividad, la pandemia asentó una huella que comenzaba a marcarse en el mundo laboral y que, en casos contados, formaba parte de la filosofía de algunas empresas: el trabajo remoto.

Habiéndose trastocado el paradigma laboral tradicional, el teletrabajo dio lugar a la creación de una cultura asincrónica: las reuniones virtuales, las herramientas de colaboración en línea y los sistemas de gestión de proyectos nos permiten realizar tareas desde cualquier lugar y horario. Ello trae, lógicamente, desafíos como toda transformación, aunque el abanico de beneficios podría ser mayor.

Las ventajas del trabajo remoto son abundantes; internet posibilita acceder a los recursos y conocimientos necesarios para la toma de decisiones, resolución de problemas, la automatización y la eficiencia en general. Hoy, muchas personas pueden trabajar desde cualquier ubicación, permitiendo el acceso a un talento global sin restricciones geográficas, lo que a su vez promueve la diversidad de los equipos. 

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Además, sin necesidad de una presencia física, las empresas pueden trabajar con clientes de todo el mundo y expandir su alcance; como así también reducir sus costos e impacto ambiental, al eliminar gastos relacionados con el alquiler de oficinas y servicios públicos. El contacto cara a cara y las interacciones informales pueden facilitar la comunicación, pero a día de hoy, el trabajo remoto también cuenta con numerosas alternativas para que la comunicación sea efectiva.

Del lado de los miembros que componen las organizaciones, algunos puntos mencionados por colaboradores sobre las incidencias positivas del trabajo remoto son la reducción de estrés por desplazamiento, mayor flexibilidad para priorizar su vida personal, posibilidad de crear un ambiente cómodo, facilidad para hacer más actividades extralaborales, lo que repercute positivamente en su bienestar. 

 

Internet, la cultura asincrónica que revolucionó el mundo

Remoto podría también entenderse como la confianza en la autonomía de cada colaborador, sin necesidad de verlo trabajando para sentir que efectivamente cumple con sus tareas y ahí se encuentra la clave para mejorar la calidad de vida, la satisfacción, la productividad y, consecuentemente, una tasa de rotación baja.

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Como sociedad, aún estamos en la punta del iceberg en lo que a implicancias del trabajo remoto refiere, pero sin lugar a dudas esta tendencia ya asentada continuará marcando terreno en la cultura de trabajo de las empresas que sepan aprovecharlo, porque el futuro del trabajo es remoto.

En 2005, la Onu fijó el 17 de mayo como día de las Telecomunicaciones y por extensión, un año más tarde, se lo identificó como Día Mundial de las Sociedad de la Información. Celebrar el Día de Internet fue una propuesta de la Asociación de Usuarios de Inter de España y, desde allí se extendió a numerosos países. 

*Cofundador de Agencia Eleven.