Choque de poderes

Victoria Villarruel le negó la palabra a Patricia Bullrich en medio de la jura de nuevos legisladores

La flamante jefa de bloque de LLA quiso denunciar el desigual reparto de invitaciones a familiares y el bloqueo a funcionarios del Ejecutivo, pero la Vicepresidenta levantó la sesión aludiendo a un "acuerdo de labor parlamentaria".

Patricia Bullrich se acercó a Victoria Villarruel para manifestarle algo vinculado a la sesión. Foto: NA

El recinto del Senado se convirtió este viernes en el escenario de un inédito choque de poderes entre la (aún) ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y la titular de la cámara alta, Victoria Villarruel. La confrontación pública se desató cuando la Vicepresidenta le negó la palabra a la flamante jefa de bloque de La Libertad Avanza (LLA), clausurando así su intento de denunciar privilegios en la misma sesión donde juraban los nuevos legisladores.

El incidente ocurrió sobre el final del encuentro. Cuando Bullrich solicitó el uso del micrófono, Villarruel interrumpió la petición para explicar que no podía permitir la intervención. La Vicepresidenta justificó su negativa citando un acuerdo previo de la reunión de labor parlamentaria, donde "todos los bloques presentes" habían consensuado la prohibición de cualquier tipo de discurso o intervención durante la jornada. La bancada peronista, que comanda José Mayans, respaldó ruidosamente la decisión de la presidencia.

Al salir del Senado, la ministra detalló el motivo de su reclamo: “una defensa férrea del principio de igualdad”. Bullrich denunció que, si bien la organización había dispuesto solo tres invitaciones por senador para familiares, muchos legisladores habían ingresado con "un montón de gente", incumpliendo abiertamente la norma.

La disparidad en el trato había generado situaciones injustas. Bullrich reveló que una senadora de su propio bloque vio cómo a su hija le negaron el ingreso por no tener el documento requerido, mientras que otros legisladores accedían con un séquito de "15 o 20 personas”. Su intención, dijo, era dejar sentada la regla de que "todos somos iguales ante la ley".

A la denuncia por el acceso de los familiares se sumó el descontento por las dificultades que experimentaron los funcionarios de la rama Ejecutiva, como Karina Milei, el ministro del Interior Diego Santilli, y el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, para ser asignados a los palcos. La todavía ministra de Seguridad consideró que era "total y razonable" que los miembros del Gobierno pudieran estar presentes, señalando un trasfondo de enojo de la Casa Rosada hacia la titular de la cámara.

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La negativa institucional y el clima político

La respuesta institucional de Villarruel fue estrictamente reglamentaria, cerrando la puerta al debate. La Vicepresidenta enfatizó que no podía ceder el micrófono porque su negativa "resultó de un acuerdo que tomaron todos los bloques", y de inmediato procedió a levantar la sesión para evitar que el conflicto escalara en el recinto.

El enfrentamiento evidenció que la tensión política entre ambas funcionarias se mantiene latente. Pese a que la ministra confirmó que habla con Villarruel "todos los días" debido a la agenda de gobierno, evitó responder con evasivas y mirando hacia otro lado cuando se le preguntó directamente si la relación personal había mejorado.

El clima de tensión se produce después de que Bullrich intentara marcar previamente la cancha a Villarruel con declaraciones públicas. La ministra había advertido a la prensa que el rol de la Vicepresidenta exige "garantizar el orden parlamentario y el buen funcionamiento de la Cámara", siendo este el punto que se quebró durante la sesión de jura.

 

TC/DCQ