Tras ataque terrorista, crecen y preocupan actividades antisemitas

Entre bengalas, truenos y relámpagos los israelíes avanzaban a sangre y fuego. Tomaron el edificio del parlamento de Gaza y otras instituciones gubernamentales dirigidas por Hamás. Todos los hospitales del norte del enclave, menos uno, están fuera de servicio.

La cifra de ataques israelíes contra hospitales en Gaza no tiene precedentes. El traslado de pacientes vulnerables es imposible.

Las tropas hebreas en el hospital Rantis, encontraron armas, explosivos, chalecos, rifles, granadas, hachas y municiones donde se refugiaban los terroristas.

Además, encontraron el cuartel general del ex jefe de la Brigada de Campamentos Centrales, y una fábrica de cemento donde se almacenan armas y hallaron túneles, uno de ellos en una mezquita. 

La artillería israelí golpeó un campo de refugiados en el norte del enclave que obligó desesperados rescates entre los edificios destruidos. Tel Aviv informó que carece de pruebas de
vida de los rehenes.

Por su parte, Hamás acusó a Israel de tergiversar las negociaciones. Y que Israel exigió la liberación de 100 rehenes, tras lo cual habrían informado a la mediación de Catar que podrían liberarlos si conseguían, un alto el fuego de 5 días y el paso de ayuda en la Franja de Gaza.

La Cruz Roja no se reunió con ningún rehén retenido por Hamás. La aviación de Israel continuaba respondiendo al asedio de Hezbolá desde Líbano.

Los hutíes de Yemen amenazaron con atacar barcos israelíes en el Mar Rojo. Mientras que vehículos militares se desplegaron en Cisjordania donde 8 palestinos murieron en los enfrentamientos antiterroristas.