“Borges, más allá del orientalismo”, un simposio que reunió a especialistas internacionales en Mendoza
El simposio internacional en la finca Los Álamos reunió a destacados académicos para revisitar la obra de Borges y pensar nuevas conexiones entre sus laberintos reales y simbólicos.
El sur mendocino volvió a convertirse en territorio borgeano con el simposio internacional “Borges, más allá del orientalismo”, que reunió en San Rafael a especialistas de diversas geografías y disciplinas. El encuentro se desarrolló entre el histórico laberinto de Los Álamos, levantado en homenaje al autor por la familia Aldao, y el auditorio de la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria de la UNCuyo.
La actividad fue auspiciada por la Municipalidad de San Rafael, la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, la Fundación Giorgio Cini de Venecia, la Universidad Nacional de Cuyo y el Consulado General de España en Mendoza.
En la apertura intervinieron el intendente Omar Félix, la presidenta de la Fundación Borges Victoria Kodama, el cónsul español Ramón Blecua, el decano de Filosofía y Letras de la UNCuyo Gustavo Zonana y el consejero de la Fundación Cini Giorgio Alliata di Montereale. El nivel de las ponencias convirtió al encuentro en una cita que podría haber ocurrido en cualquier capital dispuesta a homenajear al escritor desde el máximo rigor académico.
La primera exposición estuvo a cargo de Margarita Castells (Universidad de Barcelona), con una disertación sobre “Las infinitas transformaciones de ‘Las mil y una noches’ y Borges”, que recorrió versiones, traducciones y afinidades estéticas del autor con la tradición árabe.
Luego, Nesrin Karavar (Universidad de Barcelona – UNCuyo) presentó textos inéditos de Borges descubiertos en Austin, Texas, escritos con la característica caligrafía microscópica del autor bajo el título “Los místicos del Islam”.
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La investigadora María Gabriela Mizraje (Universidad del Salvador) exploró la relación entre Borges, la cábala y la mística judía en una lectura que conectó espiritualidad, poética y pensamiento.
El abogado y coleccionista Julio Criveli, presidente de la Asociación Amigos del MNBA, analizó el diálogo entre misticismo y razón en “Borges, Averroes y la Biblia”, mientras que el diplomático Sergio Baur, hoy al frente de la Academia Nacional de Bellas Artes, reconstruyó la visita del escritor a Egipto junto a María Kodama.
A través de un video, Giorgio Alliata di Montereale mostró el laberinto veneciano de la Fundación Cini y planteó interrogantes sobre la relación del autor con Venecia. La artista visual Karina Chechik repasó la colaboración de Borges con el editor italiano Franco Maria Ricci, y el decano Gustavo Zonana desmontó el mito del Borges abstemio con un recorrido por sus microrelatos vinculados al vino.
Al cierre de la jornada se presentó el volumen Borges, más allá del orientalismo, compilado por Nesrin Karavar-Blecua y publicado por Mardulce. El libro incluye artículos de especialistas y el último texto escrito por María Kodama, “Jorge Luis Borges y la experiencia mística”. Su editor, Juan Manuel Zorraquín, viajó para exponer la relevancia de la obra dentro del catálogo de la editorial.
El simposio reunió a un público amplio que siguió con atención las exposiciones, entre ellos figuras como el ex gobernador mendocino José Octavio Bordón, su esposa Mónica González Gaviola, y el ex senador Ernesto Sanz, sentados juntos en una postal poco frecuente de la política provincial.
Sábado: recorridos, arte y un territorio simbólico
La segunda jornada se trasladó al laberinto de Los Álamos, construido por Camilo Aldao siguiendo el diseño del británico Randoll Coate, el mismo autor del laberinto de la Fundación Cini en Venecia. Borges visitó ese lugar en la década del ’50, invitado por su amiga Susana Bombal, y allí todavía se conservan obras de Norah Borges y Héctor Basaldúa.
Se inauguró la muestra “Borges y sus laberintos”, de Karina Chechik, y se realizó un conversatorio sobre “Borges y los laberintos: un nuevo recorrido cultural”, con la participación de Victoria Kodama, Giorgio Alliata di Montereale, Chechik y Criveli, moderados por Ramón Blecua.
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Una de las ideas más potentes fue la creación de una conexión entre los laberintos sanrafaelino y veneciano para articular un circuito cultural destinado a lectores y visitantes interesados en el universo borgeano. La propuesta apunta a consolidar un territorio imaginario compartido, capaz de atraer turismo cultural y fortalecer la divulgación de la obra del escritor.
Entre las exposiciones Jaime Correas recordó la estrecha relación de Borges con Mendoza: allí recibió en 1956 su primer doctorado Honoris Causa en la UNCuyo, el que siempre consideró su distinción más significativa. También evocó la historia del soneto “Aquí. Hoy”, publicado póstumamente y protagonista de una intriga literaria que involucró al escritor colombiano Héctor Abad Faciolince, a quien el poema llegó tras el asesinato de su padre.
Ese episodio, reconstruido años más tarde en El olvido que seremos, volvió a aparecer como uno de los capítulos más singulares del vínculo entre Borges y la provincia.
Durante el simposio, Victoria Kodama recordó los extremos de la obra del autor —Fervor de Buenos Aires y Los conjurados— y destacó el legado universalista de su mirada. Ese espíritu atravesó las jornadas: especialistas con trayectorias diversas hilvanaron lecturas, preguntas y materiales inéditos sin caer en la erudición vacía.
La experiencia dejó una convicción compartida: Borges sigue generando magnetismo. Su obra continúa siendo un territorio inagotable de interpretaciones y, como sus laberintos, invita a avanzar paso a paso, sin atajos ni fórmulas para “salir por arriba”. En San Rafael, ese recorrido encontró una nueva estación.
JC