A Theresa May se le dijo que las últimas propuestas sobre el brexit serían rechazadas por el parlamento, duro recordatorio de las limitaciones que pesan sobre la primera ministra del Reino Unido en momentos en que se dirige a una cumbre para tratar de romper el impasse.
Según tres personas con conocimiento del tema, el jefe de la bancada del gobierno, Julian Smith, les dijo a los principales ministros de May el martes que la garantía actual para evitar una frontera patrullada con Irlanda no tiene suficientes votos para ser aprobada.
May recibió la información del hombre a cargo de asegurar que ella tenga respaldo en el Parlamento para cualquier acuerdo negociado con la Unión Europea antes de que el Reino Unido la abandone en marzo de 2019. La situación es aún más peligrosa debido al hecho de que su gobierno no tiene mayoría y enfrenta oposición en todos los frentes.
La advertencia llegó un día antes de que la primera ministra se dirija a una cumbre en Bruselas donde necesita convencer a los demás líderes de que muestren algo de flexibilidad respecto de la cuestión que dejó sin palabras a los negociadores durante más de un año.
Sus homólogos saben desde hace mucho que la parte más riesgosa de la negociación se daría cuando ella lleve el acuerdo de divorcio ante sus legisladores.
Si bien las probabilidades de lograr que el parlamento apruebe el acuerdo parecían reducirse en Londres, el presidente de la UE, Donald Tusk, convocó a May a Bruselas con “algo suficientemente creativo para salir del impasse”.
May se reunirá con Tusk en una conversación de a dos cuando llegue el miércoles, en tanto los funcionarios de la UE siguen tratando de encontrar la manera de que sea más aceptable la red de seguridad para evitar que haya una frontera dura entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Según un alto funcionario británico, los negociadores han logrado avances reales en otras áreas y tienen un buen esquema para la futura sociedad comercial.
El problema al que todos vuelven es cómo hacer para que el comercio de bienes a través de la frontera entre Irlanda y el Reino Unido fluya libremente después del brexit. Los ministros del gabinete de May incluso analizaron la perspectiva de tener otra reunión pronto para hacer planes para el peor de los casos, el de que se produzca una salida sin acuerdo, dijeron dos personas.
El gabinete de May pasó dos horas y media encerrado en sus oficinas analizando el tema, claro indicio de la magnitud del obstáculo que debe salvarse.
En todo caso, esa reunión endureció la oposición británica a los planes de la UE. Hubo consenso con respecto a que las propuestas europeas no son lo suficientemente buenas, y el equipo de May quiere una garantía de que, si todo el Reino Unido permanece en el régimen aduanero de la UE, eso ocurrirá dentro de un estricto límite de tiempo.
Los ministros británicos también objetan la propuesta de la UE de una opción final de último recurso conforme a la cual sólo Irlanda del Norte permanecería dentro del territorio aduanero del bloque en forma indefinida, mientras que el resto del Reino Unido lo abandonaría.