Los hábitos de compra de los consumidores chinos están atravesando un cambio. Además de poseer un producto, los compradores valoran las experiencias, según Ravi Thakran, presidente de LVMH para el sur y sureste de Asia, Australia y Oriente Medio.
Los chinos no solo están interesados en comprar vino, "también quieren visitar un castillo; no solo compran Louis Vuitton, sino que van a la fábrica a ver cómo se fabrica", dijo Thakran en una entrevista al margen de una conferencia sobre el sector de lujo de New York Times en Hong Kong. El cambio refleja una tendencia ya manifiesta en Europa y Estados Unidos, donde los consumidores están cada vez más interesados en gastar en entretenimiento y en la procedencia de los productos que compran.
La ostentación ya fue: la tendencia del lujo simple
Según Thakran, cuanto más joven es el cliente, mayor es el interés en las experiencias de compra. Las marcas de lujo deben incorporar aventuras y encuentros en sus ofertas para atraer a la Generación Z, que es conocida por su naturaleza inconstante en lo que respecta a las líneas de productos.
Thakran también ve a China como uno de los mayores mercados para las marcas de lujo, a pesar de la actual guerra comercial con Estados Unidos y la campaña del Gobierno contra los turistas que regresan al país con artículos de lujo que superan la cuota libre de impuestos.