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Agencias espaciales recopilan datos climáticos pese a pandemia

Esto es algo que no ha cambiado a causa de a la pandemia de coronavirus: la NASA y la Agencia Espacial Europea siguen entregando datos climáticos satelitales, incluso cuando la sede de control de la misión está vacía y algunos científicos se enferman.

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Esto es algo que no ha cambiado a causa de a la pandemia de coronavirus: la NASA y la Agencia Espacial Europea siguen entregando datos climáticos satelitales, incluso cuando la sede de control de la misión está vacía y algunos científicos se enferman.

Los millones de puntos de datos capturados por estos satélites alimentan los modelos científicos que siguen y predicen el ritmo del cambio climático. Así es como sabemos, por ejemplo, que el hielo marino se está derritiendo, los niveles de agua están aumentando y los bosques están desapareciendo. Esa evidencia científica sirve como base para decisiones clave de política ambiental, como el histórico Acuerdo de París de 2015 en el que los países aceptaron reducir las emisiones para mantener el calentamiento global por debajo de 2 grados centígrados.

“Tenemos que mantener el flujo de datos hacia los científicos”, dice Simonetta Cheli, jefa de la oficina de estrategia, programa y coordinación de la división de Observación de la Tierra de la ESA. “Recopilar los datos relacionados con el medio ambiente y el estado de la Tierra y el cambio climático es esencial, por lo que garantizar que esos satélites estén en el aire y funcionando es una prioridad”.

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La fabricación y el lanzamiento de nuevos satélites se han visto impactados por la situación, así como algunas misiones espaciales. Sin embargo, los 15 satélites de la agencia actualmente en órbita para la recolección de datos climáticos continúan operando. Alrededor del 95% del personal de la ESA en todo Europa está trabajando desde su casa como parte de los esfuerzos de la agencia para proteger a sus empleados del nuevo coronavirus, dice Cheli.

Sin embargo, algunas personas todavía necesitan estar allí. Los gerentes de misión en Roma introducen los requisitos de datos en el centro de control de misión de la ESA en Darmstadt, Alemania. Desde allí, los funcionarios controlan las naves espaciales, incluidas las dinámicas de vuelo y las maniobras para evitar la colisión de satélites. ”Hay menos gente adentro, los equipos rotan y usan salas más pequeñas para reducir la interacción”, agrega Cheli.

El trabajo remoto no es nuevo para los científicos. La mayoría ya está acostumbrada a trabajar con colegas en diferentes países e incluso continentes: la sede de la ESA, por ejemplo, está en París, mientras que el centro de hardware está en el Reino Unido, el control de la misión está en Alemania y la gestión de la misión en Italia.

“Estamos muy acostumbrados a trabajar de forma remota a diario y utilizamos mucho las herramientas que nos permiten hacerlo”, dice Cheli. “Pero en estos días lo estamos estirando al máximo”.

Los datos que recopilan los satélites no se utilizan únicamente para predicciones de cambio climático a largo plazo. También tienen aplicaciones más inmediatas, como ayudar a rastrear la actividad volcánica en Italia y permitir a los pescadores en el Reino Unido verificar las condiciones climáticas antes de salir al mar.

Los datos satelitales también están ayudando a los gobiernos a combatir el brote de coronavirus. Ahora que muchos países europeos están implementando controles fronterizos para reducir la propagación del virus, el tráfico se ha acumulado en los puntos de control, por lo que los datos satelitales se han convertido en una herramienta importante para que las autoridades estimen la llegada de los alimentos y los suministros médicos necesarios, como máscaras quirúrgicas, cubiertas y ventiladores.

Las lecturas del satélite Sentinel-5 Precursor de la ESA, que detecta las emisiones de dióxido de nitrógeno, también revelaron que los cierres habían provocado una caída en la contaminación del aire en el norte de Italia. “Estos datos son esenciales para nuestra vida diaria, más de lo que podemos imaginar”, dice Cheli. “Es por eso que tenemos la responsabilidad de asegurarnos de que las operaciones continúen”.

La situación es similar en la NASA de EE.UU. Algunos empleados han sido diagnosticados con el virus y varias operaciones han sido suspendidas, pero la actividad satelital de observación de la Tierra continúa. “No ha habido interrupción de datos relevantes para el clima de estas misiones”, dijo un portavoz de la NASA por correo electrónico. Un portavoz de la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. hizo eco de la misma idea, también por correo electrónico: ”la NOAA está preparada; en caso de que cualquiera de nuestras instalaciones se vea afectada por Covid-19, continuaremos cumpliendo con nuestra misión”.

Algunas expediciones de investigación están siendo interrumpidas por la pandemia global. A principios de este mes, la NASA confirmó que tres campañas científicas en el aire programadas para desplegarse durante la primavera se han reprogramado para más adelante en el año. No se espera que el retraso de las misiones, que estudian el cambio climático y el clima extremo, afecte la investigación científica, dijo la NASA en una declaración.

La expedición MOSAiC en el Ártico canceló todos los vuelos de inspección después de que el gobierno noruego adoptara medidas para combatir el virus. La exploración de otros tres rompehielos continuará según lo planeado, dijo el Instituto Alfred Wegener en un comunicado.

El líder de la expedición de MOSAiC, Markus Rex, dice que, por el momento, él y su equipo se centrarán en “encontrar el curso más seguro y sensato para las operaciones logísticas en cuestión”, dice. “Nadie puede predecir cómo cambiará esa situación en los próximos meses”.