Las autoridades alemanas dijeron que frustraron un complot coordinado en un grupo de chat radical antisistema de Telegram conocido como “Patriotas Unidos” que involucraba ataques a la infraestructura eléctrica y el secuestro de figuras públicas, incluido el Ministro de Salud, Karl Lauterbach.
Cuatro ciudadanos alemanes fueron detenidos el miércoles en redadas en 20 lugares de Alemania y la policía también incautó armas, municiones, dinero en efectivo, lingotes de oro y monedas de plata, dijeron el jueves en un comunicado conjunto la oficina del crimen de Renania-Palatinado y el fiscal estatal en Coblenza.
El objetivo de los miembros del grupo de chat, que están vinculados a las protestas contra las restricciones pandémicas y rechazan la autoridad del Estado, era desencadenar condiciones de guerra civil y destruir el sistema democrático, según el comunicado.
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“Esto demuestra que las protestas contra las medidas pandémicas no solo se han radicalizado sino que ahora se trata de algo más que del coronavirus”, dijo a periodistas Lauterbach, miembro del Partido Socialdemócrata del canciller Olaf Scholz.
Lauterbach dijo que estaba “perturbado” por los informes del complot, pero prometió no dejar que interrumpa su trabajo para abordar el covid-19. Alemania todavía registra varios cientos de muertes la mayoría de los días, aunque las unidades de cuidados intensivos no están bajo la misma presión que durante las fases anteriores, incluso más mortales de la pandemia.
“Esta es una pequeña minoría en la sociedad que es muy peligrosa y debemos tener cuidado”, agregó. “Podemos pelear por el tema, pero la violencia nunca es la respuesta”.
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La ministro de Interior, Nancy Faeser, dijo que el grupo representaba una “grave amenaza terrorista” y condenó a los que llamó “extremistas violentos y negadores del coronavirus” que habían sido “radicalizados en Telegram”.
“Esto demuestra lo importante que es actuar con decisión contra las amenazas extremistas y terroristas en esta plataforma”, dijo en un comunicado enviado por correo electrónico. “Continuaremos con este enfoque duro”.
Faeser planteó en enero la posibilidad de cerrar el servicio de mensajería Telegram por preocupaciones sobre su uso como plataforma para grupos extremistas que organizan manifestaciones a veces violentas contra las políticas pandémicas del Gobierno.
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