Las opciones de acciones otorgadas en el peor momento de la crisis financiera han rendido miles de millones de dólares a los empleados de algunos de los bancos más grandes de los Estados Unidos, mientras que otros vieron cómo se desvanecían las promesas de enormes pagos cuando las acciones de sus firmas languidecieron.
Los empleados de Goldman Sachs Group Inc., Wells Fargo & Co. y JPMorgan Chase & Co. cosecharon alrededor de US$12.500 millones con las opciones de acciones ejercidas en la década transcurrida desde la caída de Lehman Brothers Holdings Inc., en tanto algunas acciones de bancos tuvieron una buena recuperación.
En Morgan Stanley, Bank of America Corp. y Citigroup Inc., se cancelaron o vencieron sin valor millones de opciones en medio de las repercusiones del peor desastre económico desde la Gran Depresión.
“Algunos se beneficiaron y otros no… ese es el sentido de la remuneración basada en el desempeño”, dijo Fabrizio Ferri, profesor asociado de contabilidad de la Universidad de Miami. “El escéptico dirá que no se trató tanto del desempeño de las personas sino de factores fuera de su control, y que se beneficiaron al estar en el lugar indicado en el momento indicado”.
Las mujeres en los directorios bancarios elevarían el desempeño
La caída sometió a los bancos a fuertes críticas de los legisladores y millones de estadounidenses que perdieron su casa y su empleo. Hoy la mayoría de esas firmas es menos rentable que antes del derrumbe de 2008, en parte como resultado de normas más estrictas. Los inversores estudiaron a fondo los programas de remuneraciones, a los que se responsabilizó de fomentar una excesiva asunción de riesgos, y llevaron a los directorios a restringir los salarios al tiempo que los condicionaban más estrechamente al desempeño.
Sin embargo, a los empleados bancarios en general les está yendo muy bien. Si bien algunos se vieron obligados a adaptar su nivel de vida, los puestos en los servicios financieros siguen estando entre los mejor pagos del mundo empresarial estadounidense. El fondo para bonificaciones para empleados de los bancos de EE.UU. fue el año pasado el mayor desde 2007, según una encuesta de la firma legal Linklaters. Y algunas opciones asignadas durante la crisis, destinadas a convencer a los trabajadores de aguantar la tormenta, han dado jugosos frutos a largo plazo.
Ese fue el caso de Goldman Sachs. En diciembre de 2008, el banco asignó unos 36 millones de opciones y 20,6 millones de acciones restringidas para convencer a los empleados de altos cargos y algunos directores de que no se fueran. Las opciones, que tenían un precio de ejercicio de US$78,78, generaron para los trabajadores casi US$3.000 millones en aumentos antes de impuestos, de acuerdo con los datos reunidos a partir de presentaciones a los entes reguladores. Las acciones de Goldman casi se han triplicado desde entonces y cerraron el martes a US$230,21.
En total, los empleados del banco cosecharon US$4.900 millones con las opciones ejercidas a lo largo de la última década.
Los trabajadores de Wells Fargo obtuvieron unos US$4.400 millones en alzas antes de impuestos con las opciones en el mismo período, gracias en parte a los 80,7 millones de contratos otorgados a comienzos de 2009, cuando las acciones del banco se desplomaron al nivel más bajo en 13 años.
En JPMorgan, cuyas acciones tuvieron un desempeño superior al de todos sus pares más grandes desde que Lehman se presentó en quiebra, los empleados se llevaron a casa casi US$3.200 millones con el ejercicio de las opciones y asignaciones similares.