El riesgo financiero que los desastres naturales representan para las empresas sigue creciendo y el tamaño de las pérdidas potenciales es simplemente impresionante.
Moody’s Investors Service dice que 18 sectores tienen una deuda combinada de US$7,2 billones con “alta exposición inherente a los riesgos físicos provocados por el clima”, como incendios forestales devastadores, tormentas y otras calamidades. Para darle perspectiva a esta cifra, solo dos países tienen un producto interno bruto superior: Estados Unidos y China. Japón, la tercera economía más grande del mundo, tiene un PIB de aproximadamente US$5 billones.
Para Moody’s, las consideraciones climáticas son cada vez más relevantes al momento de evaluar la calidad crediticia. “La mayor frecuencia y la gravedad de los eventos climáticos extremos están causando pérdidas económicas significativas, riesgos para la población local y daños ambientales”, escribieron los analistas en un informe de 53 páginas publicado el mes pasado. Moody’s no identifica a las empresas o naciones que están en mayor riesgo; en cambio, optó por centrarse en diferentes sectores empresariales.
Para Moody’s, las consideraciones climáticas son cada vez más relevantes al momento de evaluar la calidad crediticia
La conclusión, sin embargo, es que los inversionistas de renta fija pueden perder dinero si el cambio climático afecta lo suficiente a activos físicos como para socavar la capacidad de pago de deuda de una empresa.
En términos de vulnerabilidad climática, siete de las 18 industrias evaluadas tienen calificaciones crediticias generales de “riesgo muy alto o alto” y el resto tiene “riesgo crediticio moderado”, dijo Moody’s. Las empresas con mayor exposición tienen una alta concentración de activos físicos valiosos en lo que se consideran regiones vulnerables. Estos incluyen carbón, petróleo y gas, productos químicos, minería, transporte y servicios públicos no regulados y compañías eléctricas.
Entre estos, los servicios públicos y las compañías integradas de petróleo y gas tienen la mayor cantidad de deuda, según el seguimiento de Moody’s. Analistas de la firma indicaron que los sectores que enfrentan un “riesgo crediticio muy alto o alto” ahora representan US$3,4 billones de deuda calificada, un 49% más que en 2018 y un 64% desde 2015. En total, Moody’s estima que el riesgo crediticio vinculado a consideraciones climáticas es de aproximadamente US$79 billones.
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No hay duda de que el aumento corresponde al calentamiento global. Según el índice global de temperatura de océanos y la tierra del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA, 18 de los 19 años más calurosos desde 1800 se han registrado en las últimas dos décadas, lo que ha contribuido a eventos climáticos más extremos, como olas de calor y ciclones catastróficos.
EE.UU. encabezó la lista de países afectados financieramente el año pasado por el cambio climático, incurriendo en US$60.000 millones en daños, según una evaluación de las reclamaciones de seguros de Christian Aid, una organización benéfica del Reino Unido que lucha contra la pobreza mundial. Gran parte de eso fue causado por una temporada de huracanes en el Atlántico inusualmente cargada. En total, las 30 tormentas con nombre que azotaron en 2020 causaron pérdidas de al menos US$41.000 millones en EE.UU., Centroamérica y el Caribe.
Los riesgos crediticios relacionados con el clima están aumentando a medida que “la transición hacia una economía baja en carbono avanza a ritmo acelerado y los efectos adversos de cambios físicos provocados por el clima se hacen más evidentes”, dijo Moody’s. “Estos desarrollos serán de creciente relevancia para los mercados mundiales de capital”.